Al menos 10 personas murieron hoy y otras seis resultaron heridas por un triple atentado suicida contra una mezquita en la ciudad de Diffa, en el sureste de Níger, al término del ayuno del mes sagrado del Ramadan.
Elhadji Koura Boukar, un concejal de Diffa, afirmó que el atentado fue perpetrado por tres mujeres, quienes cruzaron al país desde la vecina Nigeria el lunes por la noche, con la única intención de efectuar el mortífero ataque.
“Cruzaron el país desde Nigeria. Residentes en un área a unos siete kilómetros de la frontera alertaron a la Policía”, explicó el funcionario, tras señalar que las mujeres detonaron sus explosivos fuera de la mezquita, según reporte del sitio News 24.
Boukar destacó que el número de muertos podría aumentar debido a las graves lesiones que sufrieron los lesionados a causa de los potentes cinturones explosivos de las atacantes, cuya identidad no ha sido revelada.
El área alrededor de Diffa, ubicada cerca del lago Chad y la frontera con Nigeria, Chad y Camerún, es un bastión de dos facciones del grupo radical Boko Haram, que han estado luchando para establecer un estado islámico en la región.
El sudeste de Níger ha visto ataques esporádicos de militantes vinculados al grupo islamista, dividido gradualmente en dos facciones, una de las cuales ha jurado lealtad al extremista Estado Islámico (EI), que opera aún en parte de Siria e Irak.
En diciembre pasado, tropas de Níger y Estados Unidos mataron a 11 militantes islamistas de la filial del Estado Islámico en un tiroteo, como parte de la fuerza multinacional, establecida para combatir a Boko Haram.
El grupo islamista a veces usa mujeres suicidas para perpetrar sus atentados o campañas contra las fuerzas de seguridad, debido a que atraen menos sospechas.
Boko Haram, que en lengua husa significa “la educación occidental es un pecado”, ha aterrorizado a la población del norte de Nigeria desde 2009, perpetrando ataques contra la policía, escuelas, iglesias y civiles, además de bombardear varios edificios del gobierno y secuestrar a civiles.
Se calcula que más de 20 mil personas han muerto, la mayoría civiles, y más de 2.6 millones han abandonado sus hogares a consecuencia de la violenta lucha de Boko Haram para tratar de imponer un Estado islámico radical en el norte de Nigeria.