El Gobierno de Enrique Peña Nieto envió al Senado de la República, para su ratificación, un acuerdo entre los gobiernos de México y Estados Unidos, que entre sus objetivos incluye la seguridad nuclear y la construcción de plantas y reactores de potencia, de pequeño y mediano tamaño, así como la fabricación y el suministro de elementos de combustible nuclear. Ello con fines de investigación, pacífico y no explosivo.
El documento también establece el control de insectos que dispersan enfermedades como el zika y el dengue, así como el registro de las plagas contra cultivos y ganados, esterilización y mejora de calidad de alimentos.
Fue el pasado 7 de mayo de 2018, que el gobierno de México firmó el ad referéndum - Acuerdo entre el Gobierno de México y el gobierno de Estados Unidos de América para la Cooperación en los Usos Pacíficos de la Energía Nuclear-.
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El objetivo del acuerdo, fortalecer la cooperación entre ambos países para el desarrollo sustentable y seguro de la energía nuclear, con fines exclusivamente pacíficos y no explosivos, atendiendo a la necesidad de fomentar la generación de energías limpias y en estricto apego a su legislación nacional y los tratados aplicables en la materia.
Dicho instrumento, establece que las partes cooperaran, entre otras cosas para: la investigación, desarrollo, diseño, construcción, mantenimiento y capacitación en la operación de plantas y reactores nucleares de potencia, de pequeño y mediano tamaño y de investigación y aplicaciones no energéticas de la energía nuclear; la fabricación y el suministro de elementos de combustible nuclear; la producción y aplicación de isótopos radiactivos en la industria, la agricultura y la medicina; la seguridad nuclear, protección al medio ambiente y preparación de respuesta en situaciones de emergencia; las salvaguardias nucleares y protección física; y el intercambio de mejores prácticas para el desarrollo de la política nuclear.
Asimismo, prevé, bajo determinadas condiciones, la transferencia de material, equipo y componentes, con excepción de instalaciones nucleares sensibles -utilizadas, entre otros fines, para enriquecer uranio o fabricar combustible nuclear que contenga plutonio y componentes críticos principales, con la prohibición de que sean reprocesados, alterados, usados para dispositivos nucleares explosivos, o utilizados para fines militares.
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Las partes se obligan a mantener la protección física adecuada del material nuclear y equipo transferido en el marco del Acuerdo y del material fisionable especial utilizado o producido mediante el uso de material o equipo transferido. Para estos propósitos, las Partes aplicarán niveles de protección equivalentes a las recomendadas por el Organismo Internacional de Energía Atómica (OlEA) y las previstas en la Convención sobre la Protección Física de los Materiales Nucleares y las Instalaciones Nucleares del 3 de marzo de 1980.
Además, el acuerdo, publicado este martes en la Gaceta Parlamentaria, proveerá el marco jurídico adecuado que permitirá a los Gobiernos de México y los Estados Unidos, desarrollar diversos proyectos de colaboración. En los sectores de salud y agropecuario, se aplicarán técnicas nucleares y radiológicas para el tratamiento de cáncer, diagnósticos médicos, conservación de tejidos, esterilización de equipo médico, control de insectos que dispersan enfermedades como el zika y el dengue, así como para el control de las plagas contra cultivos y ganado, esterilización y mejora de calidad de alimentos.
Se protegerá el medio ambiente a través de la medición y control de componentes en el aire y recursos hídricos y de la protección civil mediante medición y revisión de estructuras físicas ante sismos con técnicas no destructivas.
Asimismo, se podrá mejorar la protección del patrimonio cultural con la utilización de microscopía nuclear que permite analizar componentes químicos para la conservación y la restauración de obras artísticas y arqueológicas, entre otros.
