En México, los hogares donde la jefa de familia es mujer, aumentaron a 28.5 por ciento en 2017, mientras que en 2014 la proporción era de 27.2 por ciento, de acuerdo con la Encuesta Nacional de los Hogares (ENH) del INEGI.
En un comunicado, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) expuso que, el año pasado, por entidad federativa la proporción de jefatura femenina oscila entre 20.8 por ciento en Nuevo León y 37.8 por ciento en la Ciudad de México.
Estimó que 64 de cada 100 hogares son nucleares, cifra equivalente a 69 de cada 100 cuando el jefe del hogar es hombre y 49 de cada 100 cuando es una mujer.
En cuanto a los hogares ampliados, representan 22.9 por ciento y según el sexo del jefe del hogar, cuando es mujer, el porcentaje es de 30.7 por ciento, respecto a 19.7 por ciento cuando es hombre.
Resaltó que la ENH 2017 estima un total de 59.6 millones de personas de tres a 30 años de edad, que corresponde al grupo en el que es más factible cursar algún tipo de estudio. De ellas, 58.3 por ciento (34.8 millones) asiste a la escuela, cifra similar a la de 2014.
En cuanto a la relación de parentesco, 89 de cada 100 hogares fueron familiares (constituidos por personas en las que al menos una tuvo algún parentesco con el jefe(a) del hogar); mientras que 11 de cada 100 fueron no familiares (ningún integrante del hogar tenía parentesco con el jefe del hogar).
Asimismo, señaló que la población se estima en 123.6 millones de personas y, en promedio, hay 3.6 integrantes por hogar; más de 98 por ciento de los hogares habitan en viviendas con piso, paredes o techos, construidos con materiales no frágiles.
Respecto a la salud de las personas de siete y más años de edad, 56.5 millones sintieron preocupación y nerviosismo y 33.3 millones experimentaron depresión.
A nivel nacional, el porcentaje de hacinamiento (razón mayor o igual a 2.5, entre los residentes de la vivienda y el número de cuartos de que dispone la misma) se redujo de 12.0 por ciento en 2014, a 9.4 por ciento en 2017.
En tanto, en los servicios 73.3 por ciento de los hogares cuentan con disponibilidad de agua dentro de la vivienda mientras que 20.7 por ciento lo tienen fuera, pero dentro del terreno.