Según la ONU, serán consideradas como personas de talla baja quienes midan menos de 1.35 metros en el caso de los hombres y 1.30 en las mujeres.

Las personas de talla baja tienen un reto enorme en el día a día, las ciudades y sus servicios están hechos a una altura que para ellos se vuelve imposible lidiar con el cotidiano. Imagine por un momento que la caja de un banco, la recepción de un lugar, el lavabo del baño y un sin número de cuestiones se encuentren a una distancia imposible de alcanzar. Imagine usted solamente el reto que conlleva lograr subirse al transporte público para tomar la ruta todos los días, o simplemente ser atendido con dignidad y de frente.

¿Qué se propone entonces? La ONU recomienda a los países implementar como política pública el “escalón universal”, un escalón de 30 cms dividido en 10 cada uno. Las dependencias gubernamentales deben colocarlos ya sean de manera fija o móvil para poder atender a las personas.

Pareciera una política pública fácil de tomar y hacerla realidad, entonces ¿por qué tanto problema? Una de las primeras preguntas que hace la autoridad es ¿para cuántas personas sería la inversión? Y así poder justificarla, es decir ¿cuántas personas de talla baja existen en un estado, en un municipio? Resolver esto nos lleva al problema de fondo, durante muchos años los colectivos de talla baja han pedido ser considerados como personas con discapacidad. Esto ha quedado a criterio de los gobiernos en turno, en México existen programas sociales de apoyo a personas con alguna discapacidad y en algunas entidades si contemplan a las personas de talla baja y en otras no, queda a contentillo del gobierno o el funcionario en turno, es totalmente injusto.

Otra solicitud que se ha hecho es buscar que en los censos se contemple esta figura, pues hoy en día no tenemos conocimiento de cuántas personas tienen dicha condición y al desconocer esta información no se pueden crear políticas públicas eficaces que puedan atender a este sector poblacional.

Por ello se inscribió una iniciativa que contemple los tres pasos a seguir: ser contemplados dentro de las personas con alguna discapacidad, tener un censo para conocer en dónde se encuentran y la implementación del escalón universal en la entidad.

El gobierno en sus distintos niveles debe siempre buscar cerrar las brechas de desigualdad, sobre todo de quienes más lo necesitan, que puedan tener mejores condiciones para desarrollar una vida digna, en este caso estamos en falta con las personas de talla baja, sigue siendo una asignatura pendiente en el Congreso. Otros estados ya han legislado en la materia, aquí seguiremos insistiendo hasta que lo logremos.

*Diputado local PRI

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