Zoon Politikón | Houston, tenemos un problema

Paul Ospital* | Colaborador Diario de Querétaro

  · miércoles 16 de febrero de 2022

En lo que va del sexenio de López Obrador, son innumerables los artículos, investigaciones y escándalos que han salido en contra de sus familiares o funcionarios cercanos a su administración.

Hemos sido testigos de video escándalos protagonizados por sus hermanos recibiendo dinero en efectivo, las casas y la fortuna inexplicable de Manuel Bartlett, las omisiones en las declaraciones patrimoniales de sus secretarios, los “Panama Papers” y muchos más. La gran mayoría de estas investigaciones tienen algo en común, han sido expuestas por el medio digital de comunicación de mayor crecimiento en los últimos años: Latinus

Dichas investigaciones han sido lanzadas a la opinión pública por el mismo personaje, Carlos Loret de Mola. Sin embargo, a pesar de la contundencia y los datos verificables, parecía que al Presidente le hacían lo que el viento a Juárez.

Pero hace dos semanas, todo cambió. Una nueva investigación de Latinus y Mexicanos contra la corrupción, que por cierto la encabeza el acérrimo rival de AMLO, Claudio X. González, ahora sí trastocó el discurso, la imagen y la credibilidad presidencial. Algo que ninguna de las anteriores había logrado.

Y es que al exponer la vida de lujos con la que vive el hijo del Presidente, desmitificó un discurso que había sido construido por su padre por más de 30 años: la austeridad.

El Presidente ha sido consistente durante décadas en la narrativa de vivir en la justa medianía, con lo estrictamente necesario, sobre todo quienes se dedican a la actividad pública, así como sus familiares y colaboradores cercanos. El escándalo del estilo de vida que lleva su hijo, tira por la borda uno de los cimientos más fuertes del discurso presidencial.

Por primera vez en el sexenio, pareciera ser que éste escándalo pasó el “teflón” que tenía el Presidente ante las distintas acusaciones comprobables en contra de sus familiares, éste sí pegó.

Es tanta la ira presidencial, que lo ha llevado a cometer errores graves en el manejo de crisis. Primero agravó la crisis al señalar de manera directa el periodista Loret, lo que lo llevó a cometer una ilegalidad sin precedentes al exponer cuánto gana por su trabajo como periodista, esto viola distintas normas que rigen a nuestro ya de por si dañado estado de derecho.

Y por si esto fuera poco, se intentó dar una explicación por parte de su hijo, le pidió que le contara al pueblo mexicano de qué vive, porque la justificación que diera su padre al decir textualmente: “parece que ella -su nuera- tiene dinero”, fue por decir lo menos, insuficiente.

La explicación, pocas horas después de ser difundida, ha dejado más dudas que respuestas. Los propios internautas se han dedicado a desmentir lo dicho por el hijo del Presidente.

El manejo de crisis desde la Presidencia de la República ha sido perfectamente equivocado y éste asunto todavía dará mucho de qué hablar. Por lo pronto, más allá de las opiniones encontradas, restará estar atentos a los estudios de opinión para comprobar si efectivamente éste nuevo escándalo dañó la imagen presidencial, o como los anteriores, no quedará registro del golpe. Al tiempo


*Diputado local PRI

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