El caso de Debanhi en Nuevo León se quedará para siempre marcado en la memoria mexicana, lamentablemente se convertirá en un símbolo más, en un ícono que nos recuerde todos los días lo lejos que estamos de erradicar la violencia contra las mujeres.
El caso de Debanhi conmocionó a la población, ya que por diversas razones la atención mediática fue inmensa, sin embargo, lo más lamentable es que vivimos en un país donde 11 mujeres salen de su casa todos los días y no regresan, un país donde las matan y la violencia por cuestión de género va en aumento.
Hemos llegado a un punto donde pareciera que no habrá retorno, un momento donde sin darnos cuenta hemos normalizado vivir con miedo y con distintos prejuicios sobre lo que es la sociedad, me explico:
La imagen de Debanhi parada a pie de carretera en la noche se convirtió en un símbolo de lucha, cartones, caricaturas, entre otros elementos para visibilizar algo que es por demás preocupante: los significantes que tenemos sobre una imagen u otra dependiendo en qué país del mundo vivas. Es decir, hemos llegado a tal grado de podredumbre social en nuestro país, que lo primero que nos viene a la mente al ver a una señorita sola a pie de carretera es: peligro, que alguien pudiera secuestrarla, matarla, violarla; pero si esa misma imagen se la mostramos a los habitantes de otros países probablemente verán a una mujer esperando el transporte público, caminando a casa, o cualquier actividad no relacionada con violencia.
De ese tamaño es el problema, el nivel que ha tomado la violencia contra las mujeres ha creado un pensamiento colectivo en donde hemos normalizado los significados de las imágenes en sentido negativo, como aceptando que es nuestra realidad y ahí precisamente comienza el problema. No podemos aceptarlo, mucho menos normalizar que asesinen a una sola mujer, no podemos normalizar que violen a una sola, no podemos normalizar que violenten a una niña, no México, no.
Debemos aspirar a tener un país donde las generaciones de mañana al ver esta imagen no tengan en automático un pensamiento negativo.
*Diputado local PRI