A todos tomó por sorpresa que el presidente López Obrador decidiera hacer una gira de trabajo por Centroamérica y Cuba.
La sorpresa deriva en que el propio Presidente desde el inicio de su mandato advirtió que no tendría giras al extranjero salvo contadas excepciones. Llama la atención que en cuatro años de gobierno solamente salió tres veces del país, todas ellas a Estados Unidos.
Dicen los que saben que en política no hay casualidades, por lo que las suspicacias sobre el motivo real de esta gira no se han dado a esperar.
En un país tan dividido y cada vez más politizado como el nuestro, de nueva cuenta pareciera que existen dos realidades sobre los mismos hechos. Por un lado, los seguidores del Presidente sostienen que López Obrador siempre ha buscado como apoyar a Centroamérica, como intervenir por ellos ante la potencia norteamericana para buscar mejores condiciones de vida para sus habitantes. Sostienen que esta fue una gira simbólica, una visita a nuestros primos, a nuestros pueblos hermanos para seguir creando lazos fraternales entre países y ayudarse entre sí.
Por el otro lado, los detractores del Presidente sostienen que esto no es casualidad, un mandatario que a todas luces había tenido como política no salir de su país, algo o alguien debió haberlo obligado a hacerlo, y ese alguien es Estados Unidos y el compromiso adquirido para frenar la inmigración.
Y es que no podemos olvidar que apenas el pasado 24 de abril el expresidente Trump dijo que había “doblado” al gobierno mexicano obligándolo a desplegar 28,000 soldados en el territorio nacional para detener la migración de centro y Sudamérica. Posterior a ello, el Presidente Biden y López Obrador sostuvieron una reunión virtual para tratar el mismo asunto, la migración. Inmediatamente después, solo cuatro días posteriores a dicha reunión, el gobierno mexicano anunciaba la gira por Centroamérica. Habrá quien diga que los tiempos electorales que vive Estados Unidos y el enorme interés que ha tomado en las campañas electorales el tema de la migración presionó al gobierno mexicano para realizar esta gira.
En términos netos, no veo que haya ganado México con esta gira presidencial, salvo buena propaganda a nuestro país que busca recuperar liderazgo en América Latina, aunque recordemos que “en el país de los ciegos, el tuerto es rey”.
*Diputado local PRI
