SAN JUAN DEL RÍO, Qro.- Hay que ir a la Basílica de Guadalupe no nada más a pedir, sino también a dar gracias por todo lo que la Virgen ha hecho por nosotros, afirmó Ana María Osornio Castañeda, quien desde hace cinco años participa en la peregrinación al Tepeyac y cuyo grupo se unió la mañana del martes a la columna femenina.
Con la emoción de vivir nuevamente esta experiencia, Ana María relata que desde antes de que llegue la fecha prepara todas sus cosas para partir por una semana y entregarle a Dios y a la Virgen Morena todos sus problemas, que pese a que la dejan preocupada, tiene la certeza de que serán resueltos por intercesión de la Guadalupana.
“Apenas hoy (ayer) inicié mi camino porque vivo por aquí, nos toca unirnos a nosotros y caminar como desde hace cinco años. Me da mucha emoción cuando se acerca la fecha porque sabemos que hay que ir a dar gracias a la Virgen, no sólo a pedir favores”, señaló Osornio Castañeda.
Aseguró que son varios los milagros que la Guadalupana ha hecho en su vida, es por eso que su camino lo ofrece por la salud y bienestar de sus hijas y nietos, además de que pide por sus clientes y su padre que actualmente está enfermo.
Al respecto indicó que si bien el camino no es fácil, es la fe a Dios y a la Virgen lo que le da la fuerza para seguir adelante, devoción que ha transmitido desde hace tres años a su hija Mariana Janet, quien desde hace tres años la acompaña en su camino.
“De ella solita salió el venir a la peregrinación; el primer año me dijo -o me quedo mamá- y este año no pensaba que viniera pero vino y ella es la que me anima a hacerlo, actualmente tiene 16 años y lleva tres años caminando”, finalizó.