El vocero organizacional, Rafael López González, aseguró que no deben preocuparse quienes hayan recibido la primera dosis hace más de tres semanas, pues, por ejemplo, la segunda dosis de vacuna de AstraZeneca está autorizada para aplicarse entre 4 y 12 semanas después de la primera, mientras que la segunda de Pfizer, de 24 a 42 días, y la de SINOVAC con separación de 28 días, y confirmó que hay suficiente dotación de vacunas.
También manifestó que las vacunas están diseñadas y para generar protección desde su primera administración y su ventana de eficacia es amplia.
Resaltó la importancia de que quienes hayan recibido la primera dosis atiendan todas las medidas de prevención sanitaria como el uso adecuado del cubreboca, el lavado continuo de manos, la sana distancia, la ventilación de espacios y evitar reuniones.
En cuanto a la suspensión de la vacuna del laboratorio Johnson y Johnson a principios de esta semana, en Estados Unidos, tras haberse detectado seis casos de coágulos, precisó que esta vacuna no se administra en México, sin embargo, puntualizó que, de la misma forma que con la de AstraZeneca, este tipo de reacciones se presenta después de millones de vacunas administradas, por lo que es sumamente raro y remoto que aquí se presenten efectos similares.
En cuanto a la vacuna de AstraZeneca, que sí se administra en el estado, especificó que el verdadero riesgo de sufrir una reacción similar es de cuatro por cada millón; es decir 0.0004% de posibilidad, mientras que sin la vacuna y con Covid-19, la posibilidad de desarrollar coágulos que pueden conducir a un cuadro sumamente grave o la muerte es superior a 16%.
Advirtió que ante síntomas después de la inoculación, como dificultad para respirar, dolor en el pecho, hinchazón en las piernas, dolor persistente en abdomen o vientre; dolores de cabeza intensos y persistentes o visión borrosa y pequeñas manchas de sangre debajo de la piel más allá del sitio de la inyección, se deberá buscar la atención médica.
Ante lo raro e inusual de este tipo de reacciones recomendó no enfocarse en los efectos negativos, sino en lo positivo que la vacuna traerá a las vidas de las personas que accedan a ella.