Decenas de familias comenzaron a visitar los diferentes panteones del municipio de San Juan del Río desde las primeras horas de este miércoles 1º de noviembre día que se conmemora a Todos los Santos, es decir, los niños que murieron.
Y es que, en un recorrido realizado por EL SOL DE SAN JUAN DEL RÍO, se pudo dar cuenta que, las puertas del panteón se abrieron desde antes de las 08:00 horas, y ahí con cubetas, picos, palas y flores de cempasúchil los sanjuanenses llevaron a sus fieles difuntos para recordarlos y en algunos casos también les colocaron juguetes.
Este fue el caso de la familia Alcántara que cada año acude para recordar a uno de sus hermanitos que falleció a los pocos días de nacido pero que a la fecha siguen apreciando Y ahora van acompañados de otros familiares quienes se suman a esta tradición.
"Nosotros venimos regularmente el 31 de octubre porque desde la pandemia nos da un poco de desconfianza las aglomeraciones de personas, este año fue hasta hoy, y traemos flores de cempasúchil y regamos las tumbas de nuestros familiares especialmente de mi hermanito. La familia ya creció y ahora nos vienen a acompañar otros miembros”, dijo una de las visitantes al panteón 1.
Otra de las familias que acudió este jueves al panteón fue la del niño Gonzalo Mejía, quien partió de este mundo hace aproximadamente 14 años y que ahora estuviera cumpliendo 20, y sus seres queridos le fueron a colocar algunas flores y en su casa le pusieron un altar con pan de muerto, atole de guayaba, mole tamales agua de jamaica y dulces de tamarindo que era lo que más le gustaba.
"Venir al panteón es un recuerdo al pasado, es traer a nuestra memoria muchos momentos que pasamos en familia por eso ahora no perdemos la costumbre de venir al panteón cada primero de noviembre. Compramos algunas palomitas de las que venden afuera para poder ponerlas en su tumba, aprovechamos para platicar con él, pensamos que nos escucha y queremos que rezamos por él”.
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Cabe señalar que, en la mayoría de las tumbas de los panteones sanjuanenses se puede ver a los familiares elevando plegarias en un acto de fe y cariño a sus fieles difuntos.