Van 18 sanjuanenses deportados en el año

Por Monsetrrat García

  · domingo 5 de agosto de 2018

Van 18 sanjuanenses deportados de Estados Unidos. Foto: Luis Luévanos

SAN JUAN DEL RÍO, Qro. (OEM-Informex).- Durante la última semana de julio, Estados Unidos deportó a un connacional originario de la comunidad de El Organal, son 18 sanjuanenses que atraviesan por esta circunstancia en lo que va del año, informó Aidee Mellado Reséndiz, que preside la Comisión de Trabajadores Migrantes en el Ayuntamiento de San Juan del Río.

“A lo largo de este año llevamos 18 personas deportadas, que hemos tenido conocimiento en la oficina de atención al migrante, porque no siempre llegan y nos hacen de conocimiento estas situaciones”.

Aseguró que el último casos se trata de un hombre mayor de 50 años de edad, que desde hace 14 años migró al país del norte, tiempo que habitó en Texas, pero fue deportado tras la política migratoria que ejerce el actual gobierno de Estados Unidos.

La regidora agregó que por fortuna no dejó familia en Estados Unidos, pues en San Juan del Río permanecieron sus familiares, a quienes se les notificó la situación para que establecieran contacto con él.

“Una persona de El Organal fue deportada, la dejaron en la frontera de Matamoros, Tamaulipas, estuvo en una casa hogar durante una semana, hasta que por fin pudo contactarse con la oficina de Atención al Migrante, lo vinculamos con su familia, incluso se le dio aviso al delegado”.

El resto de los sanjuanenses deportados, anticipó, son hombres, hasta el momento no hay casos de mujeres y niños, quienes se dedicaban a trabajos de jardinería, construcción y a trabajar en restaurantes.

Cuando un sanjuanense es deportado, comentó, se les vincula con el Servicio Nacional de Empleo a efecto que encuentre rápido un trabajo, también se les informa sobre los programas que ofrece el Instituto Nacional para la Educación de los Adultos (INEA) y otras dependencias para que encuentren opciones de superación.

“Queda a su criterio tomarlo o no. Muchos regresan con el desánimo de que no ganan lo mismo que en Estados Unidos y a la mejor eso los inhibe un poco a tomar estar ofertas y emprenden de forma personal, con las habilidades que adquirieron, la posibilidad de poner un negocio en México, en lugar de cobrar un salario mínimo”.