Tejen un mejor futuro

por Dolores Martínez

  · lunes 9 de abril de 2018

Manos llenas de esperanza que en cada tira tejen la posibilidad de vivir mejor, aun estando lejos de su familia. Foto: Luis Luévanos

Con dos morrales de mecate duro y las manos llenas de ilusión y esperanza para buscar un mejor porvenir, salió Rosalía Estela Bautista Bautista de su natal San Miguel Monteverde, Oaxaca, acompañada de su hermana Elizabeth y sus cuatro hijos, para vender bolsas tejidas con tiras de plástico que aprendió a elaborar hace más de 15 años.

En entrevista, la joven Rosalía platicó que de su casa se despidió hace cuatro semanas, y decidió venir al estado de Querétaro porque algunos de sus vecinos artesanos le habían dicho que se vendían bien los artículos de aquella región mixteca, pero ella escogió San Juan del Río, ya que, dice, es más pequeño que la capital y puede estar al pendiente de su familia.

A sus 26 años le ha tocado hacer de todo, desde labrar la tierra en su lugar de nacimiento, que además es famosa porque se dan los duraznos más dulces de México, que se exportan al municipio cercano de Huajuapan de León para que ahí sean transportados a diversos estados; hasta realizar quehaceres del hogar en casas ajenas y apoyar a su familia.

“Las cosas están difíciles en nuestro rancho, no hay trabajo y la gente debe salir a otros lugares para apoyar a la familia, las casas son muy pobres y el campo casi no da cosechas, hace mucho calor. Debemos ir en busca de empleos, muchos se van para Estados Unidos”.

Rosalía Estela, agregó que la elaboración de bolsas tejidas de plástico le da la oportunidad de conocer otros lugares de México, y que las personas conozcan su trabajo artesanal.

Resaltó que la actividad la aprendió desde muy pequeña, cuando una tarde se encontraba a lado de la mecedora que tiene su mamá afuera de su casa y miró como entrelazaba las tiras de plástico hasta que se iba formando una capa de bonito estampado, y lucía más cuando quedaban multicolores.

“Mi mamá es muy buena haciendo el estampado, y me fue enseñando, yo aprendí rápido, porque la necesidad de salir adelante para darle de comer a mis niños no sabe si hay dinero o no. Poco a poco fui enseñándome a hacer rosas y flores con las mismas tiras”.

La artesana señaló que sus conocimientos hacen a que actualmente realice por lo menos dos bolsas medianas al día, por lo que le dedica largas horas al tejido y a que sus hijos sigan con esa tradición que identifica a la zona más árida de Oaxaca.

Expresó que la comunicación con la gente de San Juan del Río ha sido un poco compleja, toda vez que ella y quienes le acompañan hablan la lengua materna mixteca, y son sólo algunas palabras básicas las comprenden en español, por ejemplo, las que tienen que ver con el intercambio de dinero y cortesías para sus clientes.

Elizabeth Bautista, su hermana, dijo que por las noches pernoctan en un pequeño cuarto que rentaron en las inmediaciones de la colonia San Cayetano, ahí duermen ellas dos y los cuatro menores.

Esta familia regresará a su natal San Miguel Monteverde en cualquier momento para apoyar a su gente, por lo cual invitan a los sanjuanenses a consumir sus productos; están instaladas en dos puntos, en el jardín de la Familia y la Plaza de los mariachis, en el corazón de este municipio.

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