Judith Cecilia Vázquez Flores de 19 años de edad, es paramédico de Cruz Roja y se dedica de tiempo completo a esta loable labor, trabaja de lunes a sábado de ocho de la mañana a ocho de la noche.
El ayudar a las personas, el estar apoyando y la vocación de servicio, son los motores con los que día con día llega de su domicilio ubicado en la zona oriente a su centro de trabajo, pues sabe que con su ayuda incluso podría salvar una vida.
Con respecto al paro de labores convocado para este 9 de marzo de 2020 para exigir el alto a la violencia en contra de la mujer dijo: “Si apoyo la causa, estoy a favor pero yo no puedo parar mis labores, no puedo faltar, no puedo dejar a las personas de San Juan del Río sin la ayuda que se pueda requerir en caso de ser necesario, en lo personal no pienso dejar de hacer mis actividades por este motivo”, aunque en la institución les dieron la oportunidad de no presentarse si es su deseo.
Ella viene de una familia donde tiene un hermano y una hermana, y en su casa le enseñaron que todos, por igual, realizan las actividades domésticas, lavar, planchar, sacudir, etc., y cree que este tipo de educación debe ser sin que haya diferencia alguna en todos los hogares.
Dentro del equipo de Cruz Roja siempre se ha sentido apoyada con sus compañeros, sin embargo, en algunos servicios le han faltado el respeto, por el hecho de ser mujer, en este sentido nos confesó algo estremecedor que le ha ocurrido en varias ocasiones: “si se sienten las miradas cuando uno va a la calle se siente la inseguridad en la noche cuando me voy a la casa, se siente el temor de ir cuidándote las espaldas de que nadie te vaya siguiendo”.
Hay palabras que le han dicho que son incomodas para ella y le ha sucedido en diferentes ocasiones.
“Una vez camino a mi casa un tipo me intentó agarrar, no me deje, le quite la mano y eso porque me di cuenta, luego camine lo más rápido que pude y me aleje del lugar aunque el tipejo me seguía diciendo de cosas”, esto ocurrió en calles de la zona centro de San Juan del Río, desafortunadamente no hizo ninguna denuncia pues no le dio tiempo de ver al sujeto que hizo esta reprobable acción. A pesar de que en ocasiones sale con algún amigo, no se siente segura, pues el ir acompañada no es garantía de que no le pase nada.
Comentó que por los principios que le han inculcado en Cruz Roja, lugar a donde llegó a los 16 años, en caso de reconocer a una persona que le hubiese faltado el respeto, ella no le negaría la atención médica.
Finalmente, señaló que el mensaje que recibe del 9 de marzo, es que: “seamos empáticos con la sociedad, con la situación tratar de estar al tanto de lo que le pueda ocurrir a alguna mujer que necesite ayuda, hacer conciencia de nuestro trabajo de nuestra personas, que realmente hacemos un poco de falta; que sin nosotras la situación es complicada”.
Y a los hombre que acostumbran faltar el respeto pidió que: “recuerden que vienen de una mujer y que está segura de que a ninguno le gustaría la idea de que les faltaran el respeto a sus familiares del sexo femenino”.