Dora Cristina Chavarría Salas, directora del Instituto Municipal de la Mujer (IMM), informó que en tres años, alrededor de seis casos de mujeres requirieron canalización al refugio por ser víctimas de violencia extrema; el promedio de edad es de 19 a 35 años.
Explicó que hubo más casos en los que las mujeres violentadas deseaban ser canalizadas al refugio, sin embargo, se analiza cada hecho para identificar si son candidatas a recibir ese beneficio.
“Habrán sido unos seis casos, son pocos en tres años, porque el refugio es exclusivamente para personas que sufren extrema violencia. Lo detectamos, pasan con la psicóloga y hay que hacerle un test para ver si es candidata, porque muchas personas quisieran irse al refugio, pero no son candidatas (…) sólo las personas que está en riesgo su vida”.
Pormenorizó que si son madres, las mujeres que sufren violencia extrema son llevadas al refugio con todo e hijos. Agregó que también deben haber iniciado una denuncia en contra del agresor, que en la mayoría de las ocasiones es la pareja sentimental, aunque también ocurre que son los hermanos o padres.
Cuando ya van al refugio ya han acudido a Fiscalía, se piden medidas precautorias, pero si la mujer ya va a estar en el refugio, no se puede acercar, además la ubicación del refugio permanece en secreto”.
Chavarría Salas destacó que las mujeres permanecen en promedio tres meses en el refugio, tiempo que puede variar de acuerdo a cada situación. Agregó que el refugio está a cargo del Instituto Queretano de las Mujeres y es esta instancia la que se encarga de dar seguimiento.