Con el objetivo de controlar el brote de influenza aviar AH7N3 en la comunidad de Portezuelos, Cadereyta de Montes, se aplicó cerco sanitario de 10 kilómetros a la redonda, informó el gobernador del estado, Francisco Domínguez Servién, quien indicó que se sacrificaron a un promedio de 26 aves de forma preventiva.
Declaró que esta situación no representa mayor problema al detectarse en una pequeña zona rural; sin embargo, los estudios se mantienen por Sanidad Animal en la periferia evitando la proliferación del virus en las aves.
“Se hizo cerco (sanitario) de 10 kilómetros a la redonda porque este virus si puede brincar, y donde brinque a una granja productora a gran escala o de huevo de las grandes puede causar problemas mayores”.
El gobernador subrayó que la autoridad sanitaria empezó a hacer los trabajos para controlar esta situación en cuanto se detectó el problema, aunque apuntó que aún no se puede ‘cantar victoria’, debido a que el virus vive por mucho tiempo y seguir actuando hasta que se extinga el padecimiento.
“El virus vive mucho tiempo y hay que esperar a que se ahogue, y yo no cantaría victoria, simplemente hay que tomar todas las medidas sanitarias que se necesitan para esto”.
Resaltó que debe haber calma, por la pronta actuación, y que la entidad es autosuficiente en la producción de pollo y huevo.
Al ser cuestionado sobre el estudio del índice global de impunidad que realizó la Universidad de Las Américas, donde se dio a conocer que los índices se han incrementado en 28 estados de la república mexicana, incluyendo a Querétaro; Domínguez Servién precisó que revisará detalladamente las estadísticas, y de ser necesario se podría reunir con el rector de la institución, Luis Ernesto Derbez para hacer comparaciones en las cifras.