Pobladores de El Sauz Bajo, en el municipio de Pedro Escobedo, recibieron en la iglesia de la comunidad a la imagen del Santo Niño de Praga, quien cada año es trasladado desde el templo parroquial de La Venta. Dicha tradición cuenta con 80 años de antigüedad y se ha convertido en una de las celebraciones más importantes de la localidad, señalaron vecinos de este sitio.
Adán, poblador de El Sauz Bajo, refirió que esta tradición se ha convertido en una de las más significativas para los fieles católicos de esta comunidad, pues cada año reciben con devoción la imagen del Santo Niño de Praga, en quien han depositado su fe. Indicó que estas celebraciones han trascendido generaciones y en la actualidad se siguen fomentando para que no se pierdan.
“La visita del Santo Niño de Praga es una tradición que ya tiene muchos años y se mantiene aún viva. Ahorita, en este 2024, estamos conmemorando el 80 aniversario de las visitas del Santo Niño de Praga aquí, a El Sauz Bajo (…). Para nosotros es muy importante porque es algo que ha ido de generación en generación y es muy bonito porque muchos depositamos nuestra fe en él. Le pedimos y oramos para que nos vaya bien y nos guíe”, comentó.
Mencionó que cada año se organiza la vista del Santo Niño de Praga a El Sauz Bajo. Explicó que la imagen religiosa sale de la Parroquia erigida en su honor, ubicada en la comunidad de La Venta. Dijo que habitantes de ambas comunidades hicieron una pequeña peregrinación con destino al templo de la localidad. Indicó que en este caminar participaron cientos de fieles católicos.
Agregó que varias calles de El Sauz Bajo se adornaron con los colores amarillo y blanco para recibir al Santo Niño de Praga. Además, destacó que en el templo de la comunidad la imagen fue recibida con flores, cánticos, cohetes y un arco que es elaborado por los devotos, el cual se renueva cada año. Añadió que tras ingresar a la iglesia se celebró una ceremonia religiosa con la que inició la fiesta patronal.
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“Recibir al Santo Niño de Praga es algo muy bonito para nosotros. Cada año estamos muy gustosos de tenerlo aquí. En la fiesta participa casi toda la comunidad, algunos muchachos hacen el arco que se coloca para darle la bienvenida al Santo Niño de Praga y a quienes lo acompañan, luego hacemos la misa (…). 80 años de tradición para nosotros es muy importante porque quiere decir que seguimos alimentando esta tradición, que no dejamos que se pierda”, apuntó.
