Durante la emisión de este jueves, el vocero organizacional, Rafael López González, dio a conocer que, si no se hacen ajustes voluntarios en la movilidad para enfrentar el alza de casos de Covid-19 en el estado, el fenómeno podría llevar a realizarlos de forma forzosa.
Manifestó que no es hora de preguntarse cuándo podremos volver a nuestra vida normal o cuándo será el fin de la pandemia, ya que la respuesta ha sido la misma desde que inició el fenómeno: “cuando ya no persista el peligro de contagiarnos de Covid-19”, y propuso, en cambio, formular nuevas preguntas como “¿qué estoy haciendo para que termine la pandemia?; ¿qué está pasando a mi alrededor?, y ¿qué sigue y cómo podemos lograr que pase lo que nosotros queremos?”
Llamó a la reflexión y a darnos cuenta de que hasta hoy muchos solo han jugado el papel de espectadores, mientras otros han sido víctimas de la pandemia, cuando de lo que se trata, aseguró, es de tomar el control y ser protagonistas, para lo cual “debemos comenzar por cuidar nuestra salud y comenzar a pensar en los demás como la única forma de lograr cambios reales, en lugar de seguir esperando a que las cosas sean como antes”.
Continuó “Querétaro no puede ser ajeno a la inercia que se vive en el país”, a pesar de contar con un sistema de alerta temprana; por ello preguntó: “¿cuánto quieres que dure la pandemia y qué vas a hacer para lograrlo?”.
En relación con lo que sigue en Querétaro, López González afirmó que son las etapas del retorno gradual y ordenado a clases, la recuperación de la economía, la contención del virus dentro de los parámetros que nos permitan lograrlo.
Dijo que para lograr esas metas hay dos caminos dentro de la mecánica “causa-efecto”; la primera es haciendo sacrificios tales como la cancelación de nuestras vacaciones, pausar y espaciar nuestras reuniones y encuentros, y permanecer en casa el mayor tiempo posible; la segunda es continuar impasibles, como muchos hasta ahora, solo viendo pasar el fenómeno y jugando el papel de meros espectadores.
Esta última opción, señaló, nos llevará a dejar que el fenómeno desborde y a tener que encerrarnos nuevamente, cerrar la economía y olvidarnos del retorno a clases, pues de esta forma el pico de la tercera ola podría presentarse a mediados de septiembre, ligarse con diciembre y extenderse hasta febrero 2022; “¿te imaginas vivir nuevamente una pesadilla por seis meses?”, aseveró.