Quedaron a la espera de los Reyes Magos

  · domingo 7 de enero de 2018

El Sol de San Juan del Río/OEM.

Este 6 de enero la mayoría de los niños del municipio de San Juan del Río recibieron los anhelados regalos que esperaron tras un año de portarse bien; en contraste, hay otro sector de la población: los niños de la calle, que no durmieron bajo un techo y tampoco dejaron su zapato con una carta para Melchor, Gaspar y Baltasar, porque sabían que no llegarían.

Tal es el caso de Lupita Miguel, una niña de ocho años que vive en la comunidad de San Ildefonso, Amealco de Bonfil, que el Día de reyes tuvo que trabajar de la mano de su mamá en el Parador Gastronómico y Turístico de Palmillas, en la venta de artesanías textiles y de barro, en este lugar cuida de su hermano menor de tres años y juega con sus amigos, que como ella, deben buscar el sustento diario.

Al cuestionarla sobre lo que le pediría a los Reyes Magos, relató que en su casa una sola vez habían llegado, y fue cuando ya tenía dos años, que cuando se levantó de su cama vio dos muñecas con su carriola y desde ahí ya no volvió a tener nuevos juguetes un 6 de enero, a pesar de que asegura haberse portado bien.

“Si me portó bien, pero dice mi mamá que hasta el rancho no llegan porque está lejos y ella mejor nos compra algún juguete, pero esta vez nos dijo que mejor después porque casi no se vende. Una vez me llegó algo a mi casa unas muñecas con su carrito y ya de ahí no”.

Ileana González, amiga de Lupita, tiene cuatro años también trabaja en este sitio,  ella de plano dice que no sabe quiénes son los Reyes, y que casi no tiene juguetes, por lo que cuando sale a jugar lo hace en la tierra o con algunas figuras de barro que su papá le ha elaborado, aunque también sabe que debe trabajar para apoyar con la economía de su familia.

Otro de los lugares donde se alberga gran cantidad de niños con sus madres, es la zona de los portales en el Centro Histórico, en donde pernoctan por lo menos 50 personas de los cuales 20 son niños de entre 5 meses a 10 años, y este 6 de enero fue un día normal para ellos, y sólo miraban de lejos a los otros pequeños que tuvieron la fortuna de estrenar un juguete y de lucirlo por las principales calles del municipio.

Mariana Ruíz, es una pequeñita de 6 años, quien dijo que tenía muchas ganas de recibir un juego de trastes y una mochila nueva para cuando vaya el lunes a la escuela; sin embargo, los Reyes nunca han ido a sus hogar porque asegura, cuando es 5 de enero, ella esta lejos de su casa y por eso no le dejan nada.

“Me gustan los trastecitos y solo tengo una ollita de fierro pero ya tiene un agujero, ni sirve, también me gustan las muñecas, pero ahorita me hace más falta una mochila para guardar mis útiles porque la que tengo se me rompió antes de salir de vacaciones”.

Al ser la mayor de tres hermanos,  comentó que le toca venir a trabajar por largas temporadas a San Juan del Río con su mamá, ella nació en el barrio segundo de Santiago Mexquititlán en Amealco, y aunque le gusta trabajar y conocer a la gente de este lugar, quisiera pasar más tiempo con su familia.

Como estos casos hay muchas historias en donde la actividad comercial y las carencias están por encima de las ilusiones que representan los Reyes Magos, incluso las madres de familia prefieren comprar alguna prenda  de vestir en lugar de juguetes, debido a las condiciones de vida que enfrentan.

Cabe destacar que este 5 de enero cerca de 20 niños durmieron fuera de la parroquia de San Juan Bautista esperando recibir un juguete, por lo que con el dinero que les dan de limosna compraron un globo que inundaron  a su zapato con una carta, pero los Reyes Magos nunca llegaron.