La reparación integral del daño a un menor de 12 años que perdió tres dedos de su mano derecha en un campamento organizado por la Policía Municipal de San Juan del Río, es lo que piden los padres Gerardo Cruz y Alexandra Martínez, informó su abogado, Miguel Nava Alvarado, al precisar que el pequeño quedó con una discapacidad permanente.
Relató que los hechos se suscitaron el pasado 28 de julio, cuando el menor acompañado de su hermana y una de sus primas, se encontraban realizando una de las actividades en este encuentro, en el cual hacían fuerza jalando una cuerda en ambos extremos, sin embargo, posteriormente, por lo menos cinco elementos de la Policía Municipal hicieron contrapeso en uno de los extremos como parte de las “fuercitas”.
Ante esto, sus familiares presentes, es decir las dos niñas, se percataron que no había botiquín para la atención y que el traslado al Hospital General de San Juan del Río (HGSJR) se realizó a bordo de una patrulla, y en la mano solo se le colocó una toalla sanitaria.
“Cuando se meten los adultos, que no tenían por qué meterse, ahí está la conducta negligente, y que se califica como un delito culposo sin intención de causar un daño, pero al fin y al cabo la conducta negligente es la que se califica y sanciona”.
Nava Alvarado mencionó que aunado a este suceso, cuando el menor llega al Hospital General, también se presentan diversas inconsistencias y un trato indigno, puesto que el primer contacto médico le dijeron “que ni se hiciera ilusiones, y que le iban a mochar los dedos”.
Por lo anterior, dijo que posteriormente el niño se trasladó al Hospital del Niño y la Mujer en la capital del estado, en donde recibió una buena atención médica, aunque precisó que acudirán a la Defensoría de los Derechos Humanos para que haya responsabilidad en este acto, además de pedir la intervención de la Fiscalía General del estado para llevar a cabo un juicio contencioso.
En lo que corresponde al municipio, recalcó que con quien han tenido acercamiento es con la secretaria del Ayuntamiento, Liliana San Martín Castillo, a quien le solicitaron una audiencia con el alcalde, sin tener una respuesta favorable.