Comerciantes ubicados en las inmediaciones de la Central de Autobuses de San Juan del Río aseguraron desconocer qué tipo de medida o sanción, se emitió a la empresa de comida rápida que en días pasados desecho grandes cantidades de grasa afectando con ellos a los vendedores de este lugar.
Al pedir omitir sus nombres por el temor a represalias, los denunciantes citaron que los residuos de la grasa permanecen en la zona y sin ninguna intención por parte del restaurante contaminante por solucionar el problema dado que solo retiraron pocos de los residuos argumentando que no era de ellos.
Los afectados dijeron que si bien sólo tres de los 14 comerciantes fueron afectados, eso genera un foco de infección, ya que la grasa penetrada en el lugar permanecerá por un mes, pues argumentaron que no es la primera vez que eso ocurre.
Por lo anterior pidieron el apoyo del gobierno municipal para evitar que de nueva cuenta vuelva a ocurrir, ya que no es la primera vez generando afectaciones entre los vendedores de estanquillos del lugar, pues aseguraron que con las altas temperaturas se generan los malos olores.
“Nosotros limpiamos todo, nadie se acercó con nosotros, ni de Ecología ni de presidencia, nosotros vimos que había gente de presidencia y les comentamos lo que había pasado pero no se presentaron y les dijimos que así pasa seguido, por parte del restaurante de comida rápida llegaron con una escoba y no hicieron más, los trabajadores de esa empresa se reunieron y dijeron que les querían echar la culpa, pero cada que llueve hacen eso”.
Los comerciantes mencionaron que cuando llueve desechan la grasa de ese lugar, la diferencia en esta ocasión es que por la poca lluvia, consideraron que no se esparció en totalidad y se fue quedando en las inmediaciones del negocio, por eso fue que los vendedores identificaron ese tipo de contaminación.
“Esa grasa la avientan desde adentro, creemos que calientan la grasa para que fluya rápido pero en los puestos de la esquina se detiene y como no llovió mucho se quedó y se empezó a secar, ese día empezamos a limpiar como a las tres de la tarde y terminamos como a las seis de la tarde, gastamos tres kilos de jabón, un litro de jabón, y ni aun así se limpió”.
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Agregaron que es necesario que las autoridades correspondientes apliquen algunas medidas para evitar que se siga realizando este tipo de prácticas, ya que los comerciantes de estanquillos son los más afectados por la grasa que se queda y esparce por el lugar donde se ubican y con el riesgo, aseguraron de que haya un foco de infección para ellos y para los clientes.