A pesar de que hace un par de meses se registraron lluvias intensas y algunas presas comenzaron a llenarse, el embalse que se encuentra en la comunidad de La Llave, en San Juan del Río, no tiene agua suficiente para reavivar la actividad pesquera que sostenía a varias familias, dio a conocer el presidente de la sociedad cooperativa “Ex hacienda La Llave”, Luciano Hernández González.
Detalló que en dicha localidad existen 13 personas que tenían como principal actividad económica la producción pesquera. Sin embargo, apuntó que desde hace tres años los piscicultores abandonaron toda tarea relacionada con esta labor debido a que la presa quedó totalmente vacía por la sequía.
Explicó que todos los productores han buscado otras fuentes de empleo para sostener a sus familias. Dijo que algunos de ellos se dedican a la albañilería, mientras que otros están de jornaleros en sembradíos cercanos a la comunidad. Incluso agregó que algunos de sus compañeros tienen más de un trabajo.
“Nos ha ido mal porque no hemos tenido agua desde hace tres años, que fue la última vez que se llenó la presa. De ahí no hemos podido trabajar. Todos hemos andado bien desesperados porque es una fuente de trabajo para nosotros y sustento. Ahorita estamos esperando a que entre una poca más de agua para poder sembrar crías de peces (…). Todos hemos buscado por otro lado. Unos de jornaleros, otros de chalanes de albañilería”, comentó.
Mencionó que la Sociedad Cooperativa de Producción Pesquera “Ex hacienda La Llave” se fundó en 1990 con la intención de que los habitantes de la comunidad aprovecharan los recursos y explotaran la piscicultura. Afirmó que desde entonces no se había observado un periodo tan largo de sequía en este embalse, lo cual ha generado una crisis para los pescadores del sitio.
Explicó que al día de hoy en el embalse solo se pueden observar pequeños charcos y recordó que este se alimenta del agua que proviene de la presa Constitución de 1917, ubicada en La Estancia. Añadió que la producción pesquera se daba para el autoconsumo y venta, siendo Semana Santa la época más favorable para las familias que se dedicaban a esta tarea.
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“Estamos esperando para ver si sube un metro más de agua para poder trabajar y sembrar algo de peces. Antes, teníamos la pesca para el autoconsumo y la venta de producto (…). La sequía estuvo demasiado fuerte y pegó por todos lados. Tenía años que no veíamos la presa así, totalmente seca. Que recuerde, no había pasado una sequía tan larga como en esta ocasión”, apuntó.