La suciedad y malos olores, es una condición que persiste en la periferia del templo parroquial de Nuestra Señora de Guadalupe en el municipio de San Juan del Río, en donde personas en aparente condición de calle, usan como letrina este espacio.
Y es que, aunque los comerciantes y vecinos de la zona comentan que no es nueva la problemática, mencionaron que tampoco se ha hecho nada para erradicar que las personas piensen que este tramo se ha convertido en un baño público.
"La gente va a decir que no es nuevo esto, pero cada vez es más molesto ver cómo se apoderan de este lugar por las noches, primero con el graffiti que todavía está por toda la parroquia, y ahora también porque lo agarran de baño público, huele horrible".
Mencionaron que, en las mañanas cuando llegan los comerciantes vendedores de juguetes hacen el aseo y en algunas ocasiones ha levantado las heces fecales en este espacio con la finalidad de contribuir con la higiene del lugar pero que las tareas han sido de poca ayuda porque al día siguiente todo está igual.
"Por ejemplo, ahorita que empiezan los calores el lugar huele más feo, antes algunas familias venían a desayunar o comer aquí, y ahora con ese olor ni siquiera eso, es insoportable por las tardes. Una vez echaron cal para eliminar el olor pero solo se dañó el adoquín".
Desconocieron los lugareños si es que personal de la parroquia hace algún tipo de limpieza en esta periferia, aunque sostuvieron que es evidente que está abandonado incluso por ellos mismos.
COMERCIANTES
De parte de los vecinos dijeron que, antes, cuando estaban los comerciantes de comida los sábados y domingos, por lo menos ellos hacían acciones de limpieza evitando a que proliferara el olor y la suciedad.
Pero que ahora que ya lo retiraron de este lugar desde hace dos semanas, con mayor frecuencia ven como las personas siguen haciendo sus necesidades fisiológicas al aire libre en este lugar a pesar de que están muy cerca de algunos restaurantes y lugares donde comercializan alimentos.
"Tal parece que burlan a las autoridades porque aquí a un lado está el módulo de policía, y es una falta administrativa hacer sus cochinadas aquí. Una vez mis hijos y yo tuvimos que retirar a dos señores ebrios que estaban vomitando ahí y que además iban a quedarse a dormir".
Consideraron que, si no se toman acciones a propósito de esta situación, la gente que vive en la calle se irá apoderándose de las arterias para hacer sus necesidades y ocasionando un foco de infección para las personas.