El número de perros callejeros en la comunidad de Cazadero, en San Juan del Río, ha aumentado de manera significativa en los últimos años. Dicho fenómeno se ha convertido en un problema que necesita atención urgente, ya que ha desencadenado otras situaciones como calles llenas de excremento, lo que representa un riesgo para la salud pública, afirmaron vecinos del sitio.
En entrevista con EL SOL DE SAN JUAN DEL RÍO, habitantes señalaron que una de las principales problemáticas de la localidad es la presencia de perros en casi todas las calles. Mencionaron que muchos de estos animales han sido abandonados, lo que ha acelerado su proliferación. Además, dijeron que otros ejemplares tienen hogar, pero los dueños los dejan deambular por el lugar.
En ese sentido, aseveraron que si bien hasta el momento no se han registrado ataques hacia personas, los perros callejeros han provocado otro problema, que es la suciedad en las calles por las grandes cantidades de heces que existen. Indicaron que, además de los malos olores, esto representa un riesgo para la salud pública, ya que puede desencadenar algunas enfermedades.
“Hasta el momento no. No se han presentado ataques. Pero sí hay mucha suciedad en las calles por la cantidad de excremento. En toda la comunidad hay perros. Muchos son abandonos, otros tienen dueños que no se hacen cargo. Lo que ha provocado esto es que todas las calles estén sucias. Entonces, pues, es un problema grave porque esta suciedad puede provocar enfermedades y los olores son insoportables a veces”, comentó una lugareña.
Expresaron que, aunque se ha hecho un llamado a los vecinos de la comunidad para que sean responsables de sus mascotas, esto no ha surtido efecto, toda vez que los animales se mantienen en las calles. Ante ello, puntualizaron que es necesario generar acciones para atender el tema y concientizar sobre la tenencia responsable de mascotas.
De igual forma, aseveraron que otra situación que genera suciedad en las vías públicas de Cazadero es el ganado. Explicaron que en ocasiones los animales salen a las calles y dejan un rastro de excremento, provocando olores fétidos. Aunado a ello, mencionaron que cuando hay lluvias intensas, el estiércol de los corrales se deslava hacia las calles, lo que genera obstrucciones.
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“Además de los perros, tenemos otra situación y es el ganado. No estamos nada en contra del ganado, pero hay veces que hay mucho estiércol en las calles y cuando llueve ni se diga. En estas últimas lluvias todo el estiércol que había en los corrales se venía a las calles y se llenaban. No se podía pasar, eran calles de puro estiércol”, dijo otro vecino.