Peregrinan a "La Villa Chiquita" de Pedro Escobedo

Cada primer lunes de julio cientos de personas peregrinan a la capilla de Ignacio Pérez para venerar a la Virgen de Guadalupe

Mario Luna | El Sol de San Juan del Río

  · martes 4 de julio de 2023

Cientos de personas visitan el lugar. / Foto: Cortesía | Facebook Conrado Piña Tasabia

Una de las tradiciones más arraigadas en Pedro Escobedo es la peregrinación que año con año cientos de personas de distintas partes del municipio realizan hacia la capilla de la comunidad de Ignacio Pérez, la cual se conoce entre los fieles católicos como "La Villa Chiquita", debido a que en ella se venera a la Virgen de Guadalupe y ha sido un espacio para recibir a aquellas gentes que no pueden hacer el peregrinar hacia la Basílica en la Ciudad de México.

De acuerdo con información de los pobladores de este lugar, la capilla de Ignacio Pérez, localidad también conocida como “El Muerto”, fue construida en el siglo XVIII, haciéndola una de las más antiguas del municipio. De hecho, señalan que en una de las campanas estaba impresa la fecha de 1806 y que desde el inicio estuvo dedicada a la Virgen de Guadalupe.

Alistan fiestas patronales. / Foto: Cortesía | Subdelegación Buenavista

Indicaron que de acuerdo a relatos, la imagen que actualmente permanece en el templo fue regalada por Julián Ruiz, dueño de la hacienda del lugar, a un hombre llamado Modesto. Esto durante el siglo pasado. Cuentan que eran tiempos de la revolución y que Modesto era perseguido por las tropas del general Venustiano Carranza, situación que lo llevó a encomendarse a la Virgen de Guadalupe.

Narran que tras salir bien librado de aquella persecución, Modesto decidió regalarle una corona a la virgen como símbolo de agradecimiento, la cual aún se observa por encima de la imagen que permanece dentro la capilla. Asimismo, señalan que antes de que Julián Ruiz regalara la imagen, este estaba decidido a quemarla. Eso no sucedió, pero tiempo después él fallecería calcinado al intentar apagar el fuego en una de sus milpas.

Afirman que este hecho fue un llamado a los pocos pobladores de la comunidad para que depositaran su fe y devoción en la Virgen de Guadalupe. Relatan que al estar incompleta la capilla, se decidió llevar la imagen a San Juan del Río, pero era recurrente que esta apareciera en el piso y detrás de una puerta. Aseguran que en un acto milagroso la virgen habló y pidió ser devuelta la pequeña capilla de Ignacio Pérez, lo cual le fue concedido.

Describen que después de esto, el cura encargado mandó de regreso la imagen a la capilla (aún inconclusa) de Ignacio Pérez. El trayecto fue amenizado por músicos y gente de varios lugares. Es desde entonces que se dio inició a la peregrinación hacia este recinto en honor la Virgen de Guadalupe.

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Finalmente, añadieron que esta peregrinación tomó más fuerza luego de que en 1973 el entonces Obispo Monseñor Alfonso Toris Cobian dijo que aquellos por falta de recursos no pudiesen ir hasta la Ciudad de México, bien podían ir a la capilla de Ignacio Pérez a ganar indulgencias; las cuales eran igual de válidas que las de la peregrinación hacia la Basílica del Tepeyac.