Flores, veladoras, agua, pintura, retratos y hasta juguetes, sonlos elementos que iluminarán las tumbas de los panteones delmunicipio de San Juan del Río, para vestirse de alegría y colorpor el Día de Muertos y así recibir a más de 20 mil visitantesde la cabecera municipal y comunidades.

Para este 1 y 2 de noviembre, los panteones de la zona cetro delmunicipio se limpian, tienen pasillos libres, contenedores debasura y sanitarios portátiles para  brindar un mejor servicio alas personas que visitan a sus fieles difuntos.

En lo que se refiere al panteón uno y dos, se colocó un arcode flores de cempasúchil en la entrada a modo de guiar el alma delos difuntos a su tumbas, para que reciban con gusto las ofrendasde sus familiares, además que el personal del municipio retira lasplantas de los pasillos para facilitar el acceso de las personas ypintan de blanco las bancas de cemento.

En el panteón tres, en la entrada se edificó un arco con unacruz en la parte superior para hacer más representativo el paso aeste lugar, y en la parte de afuera se instalarán decenas decomerciantes para la venta de flores, coronas, veladoras, botes,frituras y  aguas frescas.

Para las personas que realizan labores de limpieza de tumbas yacarreo de agua para poner las flores, se congregan alrededor de 15jóvenes de la colonia Vista Hermosa, quienes aprovechan que notienen clases para ofrecer su trabajo y obtener ingresos paraayudarse con sus estudios, tal es el caso de Roberto González Larade 16 años, quien desde hace dos años acude al este panteón paraayudar a la gente a retirar la maleza de alrededor de las tumbas,poner flores nuevas y frescas y barrer los contornos de cadaepitafio.

“Traigo mi escoba, mi trapo, una cubeta grande para acercaragua a las tumbas, la gente quiere dejar bonito el lugar dondedescansan sus parientes que ya se murieron para que sepan que seacuerdan de ellos. Casi todos los muchachos de la colonia se vienena trabajar aquí. Ahorita  hay mucha competencia”.

Añadió que por cada tumba le dan 30 pesos, a veces un pocomenos, dependiendo las posibilidades económicas de la gente, porlo que al día generalmente limpian 12 tumbas en promedio.

Otra de las personas que arriba diariamente a trabajar a estepanteón tradicional de San Juan del Río, es  Francisco MorenoLuna de 78 años, quien refirió que desde hace 10 años acude aprestar sus servicios como pintor de las orillas y cruces de lastumbas, y dijo que en estos días su actividad se duplica porque lagente quiere dejar bonito el lugar.

Por esta razón, manifestó que él no tiene una tarifa sino quela gente le da una propina voluntaria para que él pueda subsistir,ya que diario debe trasladarse a su hogar que se ubica en el Barriodel Espíritu Santo, lugar en el que vive solo con algunasdificultades de salud y con el recuerdo de su fallecida esposa;lamentó que sus hijas no tengan tiempo para visitarlo y estar conél situación que lo hace sentir muy triste.

“Me han olvidado mis hijas, son cuatro, yo vivo solo en latristeza y no se acuerdan de mí, mi esposa esta guardada en lasgavetas de este panteón y mi mamacita también. No sé por qué seolviden de los viejos, yo no me olvido de mis padres”.

Moreno Luna trabaja de vigilante por las noches y durante eldía se va al panteón, lugar en el que encontró a buenos amigospuesto que patica, come y convive con el personal a cargo delcamposanto.