Adán Hurtado Moreno tiene más de 35 años viniendo a la peregrinación, 17 años caminando a pie desde El Sauz en Pedro Escobedo y 18 años como maletero, donde con su camión apoya a las hermanas peregrinas a resguardar sus pertenencias durante el viaje.
“Empecé a venir como a los 10 años con mis hermanos, es difícil venir con la familia, cuando mi papá podía nos traías solo a dos de sus hijos, después ya no vino y me le pegue a mis hermanos para venir”.
Está muy agradecido con la madre María, pues asegura que su vida es testimonio de milagros y obras que él no podía haber realizado, ha viajado y conocido muchos lugares donde siempre encuentra la presencia de la virgen de Guadalupe.
“Dicen que a la virgen y a Dios hay que pedirle pero sin esperar recibir nada y te llega todo, cuando platico con la gente les digo que soy una persona afortunada, cuando vengo con mi camión le lleno el tanque de diésel, una vez rifaron un carro y la virgen me regaló un coche, yo no lo iba a poder pagar pero me lo regaló”.