Padres de familia de diferentes comunidades de Amealco de Bonfil, han decidido involucrar a sus hijos en actividades relacionadas con el trabajo de la tierra, al asegurar que muchas veces no pueden seguir con los temas escolares que marcan los programas, porque se ven imposibilitados para explicarles cuando se enfrentan a alguna duda.
Tal es el caso de Bernardo, un menor de seis años, que vive en uno de los barrios de la comunidad de Santiago Mexquititlán, quien relató que, desde el año pasado, sus papás lo mandan con su hermano mayor de 10 años a cuidar a las borregas a predios cercanos al suyo, y que sus tareas de primer grado escolar las hace por las tardes, aunque a pocos meses de que termine el ciclo aún no sabe leer más que escribir su nombre.
“Nos vamos a cuidar las borregas de los vecinos y las mías aquí cerca ya luego mi mamá nos trae el almuerzo, si me gusta cuidarlas y en la tarde hacer la tarea que nos mandan de la escuela. Si quiero ir otra vez (a la escuela) para ver a los otros niños”.
Fernando de 10 años es un niño que de igual manera se está dedicando a cuidar animales, con ello se gana en promedio 250 pesos a la semana, los cuales los utiliza para comprarse cosas en el tianguis del domingo, él platicó que, hay temas de la escuela que no comprende como es el caso del manejo de las fracciones y sus papás tampoco, cuestión que le angustia para no pasar al último grado de primaria.
“Antes si me gustaba la escuela porque jugábamos todos los del salón y la maestra nos ponía juegos para aprender, y ahorita no sé muy bien las fracciones para multiplicarlas y sumarlas. Los maestros nos ayudan cuando les mandamos mensajes, pero ahorita se le perdió el teléfono a mi papá”.
Otro ejemplo de trabajo en las actividades agrícolas es Tomás, un menor de seis años, quien no ha logrado conocer a sus compañeros de primaria, apenas y escribe su nombre, reconoce las letras, pero ya sabe cómo sembrar y le llama la atención agarrar el pico para seguir con el ejemplo de su papá que el albañil.
Sueña con ser maestro para dar clases en su comunidad, San Ildefonso, y él señaló que sus tareas de la escuela las hace por las mañanas mientras su madre hace el desayuno para su papá, el problema es que sus padres cuentan con poco tiempo para apoyarlo por ello, ha retrasado sus aprendizajes.
Al hacer un recorrido por las localidades indígenas de este municipio, es común ver en las milpas a los niños ayudando en el cuidado de los animales de granja o en la siembra, y aunque los papás refieren que es natural que les motiven el amor por la tierra, también consideran que se han descuidado de los estudios.