Uno de los puntos de salida que las personas buscaron durante la pandemia de Covid-19, fue la música, la cual hizo olvidar los momentos de estrés, desesperación, ansiedad, enojo e impotencia, por ello niños y adultos tomaron como alternativa la práctica de la batería, indicó Carlos Eduardo Rosales Uribe, músico de San Juan de Río.
Comentó que, en la época de confinamiento total, las personas se acercaron a su academia Carlos Rosales, en donde externaron su interés para aprender a tocar la batería, razón por la que empezó a generar canales de comunicación virtuales para atender a sus nuevos alumnos.
“Eran personas que querían aprender porque siempre habían tenido el gusto por tocar la batería, y ahora tenían más tiempo para practicarlo porque todo estaba cerrado. La música ha sido realmente un punto de fuga de la pandemia de decir, me voy a desentender e los problemas que hay y aquí encuentro refugio”.
Relató que, al ser también docente en bachillerato, el reto fue aún mayor para que los estudiantes no perdieran el interés de estar conectados en una clase en línea, y ante esto, adecuó en sus planes la realización de conciertos virtuales en los que participaban más de 150 jovencitos.
“Aprendieron a hacer un instrumento desde casa, hicimos números musicales tal y como hacían las colaboraciones en los hogares los artistas y fue una dinámica padrísima, este último concierto fue de canciones navideñas por a temporada”.
Uribe Rosales expresó que en la enseñanza de las artes se debe compaginar la imaginación, creatividad, constancia y disciplina, por lo que anticipó que deberán ir perfeccionando las practicas sobre todo al tener un panorama de clases aún en línea.