AMEALCO DE BONFIL, Qro.- Juana Bartolo Hernández mujer nacida en la comunidad de San Ildefonso Tultepec, zona indígena de Amealco de Bonfil, y cuenta que desde que tenía 8 años aprendió a bordar las muñecas y servilletas que su mamá y abuelita utilizaban.
Años más tarde empezó a realizar esta actividad de manera más sería cuando se vio en la necesidad de comercializarlas, al ver que las carencias en su hogar eran muchas y las oportunidades pocas, y empezó a hacer las tradicionales muñecas para recorrer los municipios del estado de Querétaro y ofrecerlas.
Explicó que en un principio sus muñecas eran las tradicionales de la zona que la vio nacer, es decir la que va acompañada de un bebé en brazos o en rebozo, posteriormente ella empezó a indagar acerca de cómo hacerlas más especiales y únicas.
Fue cuando empezó a bordar cada parte del delantal y falda de las muñecas, desde luego con el sello característico otomí, es decir plasmando la naturaleza en la que se envuelve San Ildefonso.
“A mí me encanta hacer mi trabajo, amo lo que hago y me gusta ver cuando la gente ve mis muñecas y me regala una sonrisa, a las muñecas uno las borda con amor, porque sabemos que cuando se regala alguna es por aprecio. Tengo de todos tamaños y a mi hija le enseñado a portar la vestimenta y a trabajar el textil”.
Juanita ahora tiene su taller en la zona centro de San Ildefonso, lugar al que llegan decenas de turistas para comprar sus artesanías, ya que además ofrece la ropa típica otomí, llaveros, diademas, peluches y un conjunto de novedades características de la zona, a su establecimiento lo llamó San Judas Tadeo ya que aseguró es el santo que la protege que está con ella en todo momento.
Bartolo Hernández, relató que cuando están en actividades, trata de comunicarse la mayor parte del tiempo en su lengua materna para hacer prevalecer la tradición, y las nuevas generaciones no lo dejen de practicar.
Explicó que en su taller da trabajo a otras seis señoras quienes acuden diariamente para entregar pedidos que le hacen personas de Jalisco, Guerrero y Monterrey.
Resaltó que en las carencias que todavía tienen es que se requieren más proyectos para mujeres emprendedoras, ya que muchos talleres están en proceso de crecimiento, y necesitan un incentivo o créditos para invertir, exportar y expandir su mercado.