Desde hace 25 años, Ricardo Alcántara Cortés junto con su familia, decidió comenzar con la reparación de Niños Dios, por lo que proveniente del Estado de México, actualmente en San Juan del Río ofrece su servicio el cual ha tenido una gran demanda en las últimas dos semanas.
Así lo compartió, luego de haber instalado en el centro de la ciudad en la calle Independencia, un puesto semifijo para ofrecer el trabajo de restauración de niños Dios, demanda que diario ha tenido, pues alrededor de 60 personas acuden con su imagen a pedir su ayuda para este 2 de febrero..
Aunque cada niño Dios está dañado de diferentes maneras, aseguró que en todo su trabajo trata de realizar lo mejor que se pueda, realizando sus mezclas de resina y cerámica esencialmente así como de tonalidades de pintura para que puedan quedar como nuevos.
“Diario traen los niños Dios para su restauración, al momento vienen y al momento entrego mis trabajos, dependiendo de cómo están y como vengan máximo me tardo dos horas, regularmente los niños Dios vienen sin dedos, yo cobró económicamente, yo no abuso de esta habilidad que Dios me dio”.
Los costos por su trabajo, puede variar, ya que van desde los 20 hasta los 140 pesos, pero insistió en que todo dependerá de lo dañado que el niño Dios tenga, la mayoría de veces afirmó que es por la quebradura de dedos, los cuales en poco tiempo son restaurados.
“Utilizamos resina y cerámica que es lo más usual, utilizamos pintura en varios tonos para igualar las tonalidades y tratar de llegar al tono exacto, diario estamos atendiendo aproximadamente 60 personas, es mucha gente la que viene con sus niños y los trabajos son diferentes, hay trabajos que cobramos desde 20 pesos, desde el más pequeño hasta el más grande restauramos porque para la familia tiene un valor muy importante”.
El restaurador de niños Dios, agradeció el apoyo del gobierno municipal que en esta ocasión permitió que pudiera instalarse en el centro de la ciudad, lugar hasta el cual han acudido los fieles católicos para buscar este tipo de trabajos que permitirá que el 2 de febrero puedan ser llevados para la tradicional bendición que marca el término de la Navidad, tras el nacimiento del niño Dios.