Los martes en el municipio de Amealco de Bonfil se adornan con un suculento olor que se desprende de las enormes cazuelas de barro repletas de mole rojo, las cuales han despertado un turismo gastronómico muy peculiar para quienes deciden ir a esta demarcación a degustar del platillo.
De esta manera lo dio a conocer Lourdes, propietaria del “Mole Lulú”, sostuvo que cada martes ya tiene sus clientes, los cuales la buscan para probar este manjar que va acompañado de una pieza de pollo o de guajolote y un consomé con tortillas recién hechas a mano.
Sostuvo que hay más de 50 establecimientos que se dedican a este giro comercial, y que cada martes reciben a muchas familias que siguen con esta tradición amealcense, y que no solo están en la cabecera municipal, sino que se han extendido en las comunidades.
“El martes de mole, es una tradición que por muchos años nos ha venido a ayudar a las amas de casa que decidimos poner un negocio, ahora hay más competencia, pero hay clientes leales que nos buscan y que se quedan con nosotros, hay veces que nos apartan desde el lunes unas piezas de pollo o de güilo”.
Añadió que, “al principio yo solo vendíamos el molito rojo, ahora también lo piden verde y al momento de servirlos nos dicen que lo quieren divorciado con respectivo refresco, las tortillitas hechas a mano y un taco de frijolitos burros, es un alimento muy completo”.
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La señora Lulú sostuvo que, la difusión que, el Municipio de Amealco de Bonfil, a través de sus redes sociales, les ha ayudado en gran medida, puesto que, las personas que deciden conocer el municipio pueden saber específicamente a donde llegar para poder comer este platillo tan arraigado.
Además refirió que, las recetas para elaborar este manjar se han ido pasando a lo largo de las generaciones entre las cocineras de Amealco, con la finalidad de que puedan perdurar entre las siguientes mujeres que preparen este rico mole, que en su mayoría es rojo.
