El amor a la Virgen de Guadalupe es el principal motivo por el cual Teresa Uribe Jiménez, o como la conocen entre la romería de mujeres peregrinas queretanas “Mamá Tere”, decidió emprender su caminar este año para llegar hasta los pies de la Morenita en el Tepeyac.
Compartió con El Sol de San Juan del Río y Diario de Querétaro, que, desde los 12 años de edad, comenzó con su caminar rumbo a la Basílica de Guadalupe, hoy con más ganas que nunca, pues aseguró que ha conocido los inexplicables milagros de la Morenita del Tepeyac, por eso y más motivos, es que se mantiene firme en su decisión de participar a sus 82 años de edad.
El grupo de mujeres peregrinas que hoy caminan rumbo a la Ciudad de México, este año decidieron dar a Mamá Tere la encomienda de dirigir la columna, por eso actualmente es quien encabeza la peregrinación de guadalupanas y en todo momento se mantiene al tanto del andar de las creyentes, aunque por momentos descansa y en otros no tanto, es más grande su sentimiento de querer llegar a ver a la Virgen de Guadalupe.
“Es una gloria más para el señor porque nuestra peregrinación pequeña como esta ahorita, que a cada día aumentan tres, cuatro o cinco personas o lo que sea, es bueno, se ve que esas personas que estuvieron dudando en venirse, se decidieron a realizarlo, es una verdadera satisfacción que, si somos gente de fe, el gozo para llegar es inmenso porque sabemos que estamos a pocos días de llegar a las plantas de Nuestra Santísima Madre”, citó.
Aun cuando este año la Diócesis de Querétaro decidió cancelar la peregrinación en sus tres vertientes, aseguró que la fe de estas mujeres es más grande, ya que cada una tiene una promesa que cumplir y que hoy a escasos días de llegar a la Basílica de Guadalupe, ya se preparan para ello, no como quisieran, porque les hace falta la presencia de sacerdotes que apoyen con las sus confesiones y oraciones, sin embargo, afirmó que se han dado a la tarea de solicitar este tipo de ayudas espirituales por los pueblos donde van pasando.
“Nuestro propósito, el único propósito que fue para hacer esta peregrinación fue llegar a ella como estamos acostumbradas, nuestros pies, nuestros pasos ofrecérselos a ella, a la Virgen de Guadalupe que conoce nuestro corazón y la historia de cada una”.
Alegre y feliz visiblemente por participar un año más en la peregrinación, Mamá Tere compartió que uno de sus pedimentos a la Virgen de Guadalupe, es tener salud, fortaleza y más devoción para continuar con este peregrinar que conoció a los 12 años y desde ese momento, aprendió a adorar y venerar a Morenita del Tepeyac.