Pese a que en el municipio de Pedro Escobedo hay tres lugares catalogados como comunidades indígenas, en ninguno de estos sitios los pobladores hablan el otomí, lengua originaria de los primeros pueblos que habitaron en esta zona del estado de Querétaro, dio a conocer el promotor cultural e integrante del Colectivo Cultural y Centro Ceremonial Casa Jaguar, Mario Uribe Barrón.
Afirmó que las comunidades indígenas que existen en esta demarcación son La Lira, La D y San Clemente. Detalló que si bien en estos lugares aún se mantienen algunas manifestaciones etno-culturales, la lengua indígena originaria se ha extinguido por completo, pues ninguno de los habitantes de estas localidades la habla.
Señaló que, de acuerdo con algunos registros históricos, la lengua otomí en estas comunidades aún se mantenía viva a principios de siglo pasado. Sin embargo, estas expresiones lingüísticas no se transmitieron a las nuevas generaciones, lo que provocó que al paso del tiempo se disolvieran hasta llegar a la actualidad, donde ninguna de las personas de estos sitios las usa.
“Se mantienen algunas expresiones etno-culturales aún, pero ya se perdió la lengua que era el otomí. Se tienen registros de que antes sí hablaban algunos habitantes esta lengua. Estamos hablando que hace unos 100 años aún se mantenía viva, pero, pues, se dejó de enseñar con el paso del tiempo y hoy en estas tres comunidades ya no hay nadie que hable el otomí”, comentó.
Indicó que actualmente no existen esfuerzos o acciones para buscar revivir esta lengua originaria en las tres comunidades, situación que se debe a múltiples factores. Aseguró que otro de los problemas que se viven actualmente es que las generaciones recientes ya no se autoperciben como personas indígenas, con lo cual se corre el riesgo de que costumbres, tradiciones y ciertas manifestaciones se pierdan.
En ese sentido, aseveró que algunas de las manifestaciones etno-culturales que aún se mantienen son la danza de los “flashicos”, la cual está presente en las tres comunidades; las ceremonias en honor a la Santa Cruz, que se hacen para pedir lluvias abundantes para el campo; así como las mayordomías y la elaboración de algunas artesanías como las máscaras de la madera del árbol “Palo cuchara”.
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Finalmente, apuntó que en comunidades como La Lira y La D existen capillas oratorias otomí-chichimecas, espacios donde las personas realizan algunas ceremonias, especialmente durante las festividades de Día de Muertos, cuando los habitantes y encargados de estos sitios recuerdan a sus ancestros con ofrendas y oraciones.