TEQUISQUIAPAN, QRO. (OEM-Informex).- La comunidad La Trinidad, en el municipio de Tequisquiapan, cuenta con cerca de mil 836 habitantes un lugar considerado el principal punto de extracción y transformación de ópalos en el estado, dando pauta a consolidar a la entidad queretana como una de las mejores a nivel internacional dentro del ramo de esta actividad económica.
A mil 960 metros de altitud, con calles que a simple vista guardan importantes estructuras enigmáticas, la piedra preciosa nativa refleja los colores del arcoíris y fuego generando un sustento para muchas de las familias de la zona, donde productores mineros, pulidores, comerciantes y guías de visitantes, satisfacen la demanda de joyeros nacionales y extranjeros con amplio interés de dar a conocer las piedras únicas en su existencia y característica.
Don Héctor Montes Montes, minero de antaño y con 59 años de experiencia en el tallado de ópalos, narró que desde los 12 años de edad comenzó en la actividad, teniendo como nicho de oportunidad, junto su familia, la mina mejor conocida como El Redentor, la cual data del año 1840 aproximadamente, por lo que desde aquella fecha, el mundo de los ópalos considero que ha sido su vida, dedicándole tiempo de 24 horas con pasión durante cinco décadas.
“Yo comencé a aprender a los 12 años y ya tenemos 59 años puliendo ópalos, la mina del Redentor en La Trinidad, esta mina data de 1840 aproximadamente, siempre viene gente a buscar las visitas guiadas, semanalmente tenemos 200 y en periodos vacacionales como Semana Santa incrementa son 200 por día, vienen de todos los países, Querétaro a nivel mundial es reconocido por sus ópalos y en ello tienen una aceptación mundial importante ya que México es el único país que produce los ópalos con la cristalización la transparencia que ningún otro país lo alcanza, entre ellos Brasil, Australia y Etiopia, todo ellos con ópalos similares”.
Don Héctor Montes confesó que La Trinidad es la única zona en el estado que cuenta con ópalos llamados “lechosos”, los cuales por su densidad, su salificación es superior a los de Australia y otros países, por eso le dan una gran importancia a estas piedras tequisquiapenses que de cierta manera han hecho un estilo de vida de sustento entre los habitantes.
Con tantos años en el tallado de ópalos, consideró que diariamente la búsqueda de ópalos es impredecible y llena de esperanzas para los mineros de la zona, pues de alguna manera los ópalos consideró que son “los más hermosos que tenemos en nuestro mundo, no ocupa el primer lugar por no contar con la dureza que tiene el diamante, en una escala de Mohs que es la que mide la dureza de las piedras, el diamante tiene 10 grados de dureza y el ópalo tiene 6, pero en belleza no hay piedra que lo iguale por tener todos los colores en uno mismo ”.
El entusiasmo y amor por extraer y transformar los ópalos visiblemente lo externó don Héctor Montes, quien durante el pulido de algunas piedras preciosas, relató que en países como Colombia, las esmeraldas han sido sustituidas por los ópalos mexicanos, por las tonalidades, transparencia y coloridad que tiene el mineral al ser extraído.
Dedicado diariamente a esta actividad durante las 24:00 horas, consideró como una bendición estar en el mundo de los ópalos ya que el proceso productivo es prolongado, pero al final la satisfacción de pulir el material y ser comercializado es lo mejor.
“Son domos volcánicos los que hay y son de 30 0 40 millones de años, son domos de reolita, que quiere decir, ríos de piedra, y es una transición entre lava y ceniza, ya que nos tocó estar a la orilla del cinturón volcánico para los estados del bajío, Jalisco, Colima que es donde empieza la actividad volcánica de nuestro país con 93 millones de años que se ejerció esta actividad volcánica, aquí fueron ríos subterráneos de lava”.
Los años de extraer, pulir y transformar el ópalo le han permitido a don Héctor Montes, conocer los tonos y aunque existe una gran variedad, el “rojo fuego”, es uno de sus preferidos, por su arcana tonalidad comparada con la lava, provocando que quien los posee puedan tener una cercanía con la naturaleza y armonía de tal suerte “Que te desconectas de la tensión del día a día”.
ATRACTIVO TURÍSTICO
Las visitas guiadas que se dedican a realizar desde hacer varios años en la comunidad, permiten que los visitantes conozcan a fondo la actividad minera, pero sobre todo conocer la riqueza que hay con los ópalos de La Trinidad, ya que si bien existen piezas que pueden ser adquiridas a bajo costo, lo más importante es conocer la experiencia inolvidable y enriquecedora de la extracción de este mineral.
Dijo que los ópalos más conocidos en La Trinidad son el de Fuego, Pavo Real, Arcoíris, Lluvia, Negro, por citar algunos, y cada uno tiene su característica particular, por este motivo al ser concesionario de la mina El Redentor, busca en todo momento dar a conocer al mundo las piedras preciosas que existen en este lugar y las cuales lejos de representar una importante ganancia por su dimensión, la satisfacción al buscar su transformación.
En su taller donde los ópalos toman forma y vida y una característica particular por la transformación que reciben de las manos artesanales de don Héctor Montes, reveló que hasta que el último día de su existencia seguirá transformando piedras preciosas para dar a conocer al mundo la riqueza de La Trinidad con los ópalos.
