La Santa Muerte, un culto de milagros y fe

El Santuario ubicado en Pedro Escobedo se ha convertido en el epicentro del estado para los devotos de este culto

Mario Luna | El Sol de San Juan del Río

  · jueves 2 de noviembre de 2023

Miles de personas acuden a ella. Foto: Mario Luna | El Sol de San Juan del Río

Una cosa en la que coinciden los devotos a la Santa Muerte es que dentro de este culto no existe distinción alguna. La niña blanca, como se le conoce, puede ser venerada por personas de todas las edades, estratos sociales y diversidad de profesiones. Dicen que no importa la posición que se tenga, ya que todos los que acuden a ella son hermanos… hermanos de una misma fe.

Como cada año, el Santuario de la Santísima Muerte, ubicado en Pedro Escobedo, recibe a miles de personas provenientes de distintos lugares, las cuales acuden para venerar la imagen de la niña blanca. Este reciento se ha vuelto un epicentro en Querétaro, pues durante la época de Día de Muertos se abarrota de fieles que arriban para pedir o agradecer un favor.

Llevan alimentos que les gustaban a sus familiares. / Foto: Cesar Ortiz | El Sol de San Juan del Río

Del recinto emerge Mariana, una mujer que desciende los escalones, llega a un grupo de amigos y levanta la cara para mostrar el tatuaje de la Santa Muerte que se ha hecho sobre el cuello.

La lleva tatuada en la piel. Foto: Mario Luna | El Sol de San Juan del Río

Ella es originaria de Iguala, Guerrero, pero desde hace un tiempo llegó a vivir a San Juan del Río. Cuenta que es devota a la Santa Muerte desde hace 21 años, pero su fervor se afianzó hace 3, cuando la niña blanca le salvó la vida al curarle en cáncer de mama que le había sido diagnosticado.

Mariana, una vida llena de milagros. Foto: Mario Luna | El Sol de San Juan del Río

“Yo tuve cáncer de seno. Busqué miles de lugares, miles de ayudas; pero no se iba. Llegó el momento en el que se me acabó el dinero y le dije ‘ya no puedo más’… pero me salvó, gracias a ella aquí estamos”, relata mientras sus ojos se llenan de lágrimas y las palabras se reprimen por el nudo en la garganta.

Recuerda que su primer acercamiento con la Santa Muerte lo tuvo cuando no podía embarazarse. Dicha situación llevó a que su matrimonio entrara en crisis. Fue entonces cuando alguien le recomendó acercarse a la niña blanca. Ella lo hizo y le susurró su más grande deseo. Tres meses después, Mariana estaba embarazada de una niña. “Tengo a mi hija que ella me la dio, para mí es hija de ella”, sentencia.

Celebran a la Santa Muerte. Foto: Mario Luna | El Sol de San Juan del Río

Bajo un sol que no calienta, decenas de personas permanecen a las afueras del Santuario. Algunas están tumbadas cerca de la pared, otras reparten agua, refrescos y comida a las asistentes que esperan o descansan de su peregrinar. Una de ellas es Angélica, quien está acompañada de su madre y su hermana que viajaron desde Veracruz para agradecerle a la Santa Muerte un par de milagros.

Afirma que contrario a lo que piensa la mayoría de la gente, la fe hacia la Santa Muerte no implica cuestiones negativas. Explica que esta figura es un ángel enviado por Dios para recolectar las almas de todas las personas que fallecen en este mundo. “El servicio que Dios le encomendó es venir por las almas de las personas que terminan su ciclo de vida, para que no queden abandonadas”, comenta.

Acuden para agradecer favores. Foto: Mario Luna | El Sol de San Juan del Río

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Junto a ellas está José, un hombre que sostiene sobre sus brazos a “Cristi”, nombre con el que bautizó a su figura de la Santa Muerte. Afirma que la niña blanca se le ha manifestado en múltiples ocasiones, en sus sueños, en su habitación, en el lugar a donde vaya. Relata que lo curó de una enfermedad del corazón. Fue durante un rosario cuando sintió la cura, el milagro.

“Yo sabía que era ella, pero no tuve miedo. Cuando tú eres muy devoto a ella, tú sientes su presencia. No quise voltear a verla, porque le dije que ya llegará el momento en que nos veamos y ese será mi último deseo, verla de frente. Ella te protege, te ayuda. Siempre hay que pedirle con fe”, sentencia.

El Santuario ha crecido en los últimos años. Foto: Cesar Ortiz | El Sol de San Juan del Río