Hablar del “Tepetate” es conocer un pedacito de la capital queretana, donde el color, la calidez de su gente, su gastronomía e historias han pasado de generación en generación.
A unas cuadras del Centro Histórico, en los pedazos que antes se le conocía como la “Otra Banda” y donde según los recuerdos de doña Tere Uribe Jiménez, vecina del lugar y miembro del Consejo de Barrios, fue lo que comenzó hacer crecer a Querétaro, “los barrios hicieron que la capital fuera tomando forma, hasta el río llegaba la ciudad” cuenta Tere.
Pero el ahora nombrado “Barrio Mágico” alberga cientos de historias como la de la señora Leo quien siempre ha vendido los tradicionales tacos y gorditas enchilados y qué decir de las tortillas hechas a mano, “Yo comencé ya hace mucho, cuando todavía estaba el mercado en Luis Moya y luego lo trajeron para acá, era por los años 70, pero antes ya estaba en la calle de invierno” recuerda.
¿Cuántos no compraron los famosos tacos de tripa de la vía? O ¿quiénes no se refrescaron con una cerveza bien fría del Tenampa?, los famosos curados o un buen pulque en las calles de Riva Palacio. La gastronomía que alberga el Mercado Benito Juárez “El Tepetate”, va desde el menudo de Conchita y Juan (qepd), los mariscos “Conchitas de Mar” de la familia Cano Martínez, mismos que cuenta don Rubén ya tienen 38 años en el lugar, la moronga de los jueves y domingos, los elotes, jícamas y frutas de la familia Velázquez ubicados en la explanada, los Rifles de Villa, la barbacoa de res de Conchita, las gorditas de doña Male en la esquina de Luis Moya y San Roque, tantas y tantas delicias que satisfacen a los paladares más exigentes.
Pero si de economizar se trata su fruta, verdura, carne, pollo, granos, materia prima y todo lo que se ocupa para la casa o el negocio, “El Tepe”, se pinta solo, pues a decir de las amas de casa los precios más bajos sólo se encuentran en el emblemático lugar.
TEMPLO DE SAN ROQUE
La pequeña capilla se edificó en pleno cerro, donde sólo había mezquites, magueyes, cactus y nopaleras, por el año de 1725, según lo refiere la Diócesis de Querétaro, y en ella se venera a San Roque, abogado de los enfermos, y antídoto contra las pestes y epidemias. El 6 de abril de 1980, el Excelentísimo Señor Alfonso Toriz Cobián, elevó la Vicaría a parroquia , y se le dio el nombre de Parroquia de la Resurrección del Señor.
Muchos son sus lugares que guardan leyendas e historias como la Plaza del Pípila, la Estación del Ferrocarril o el trágico recuerdo del incendio del mercado el 10 de agosto de 2018, donde muchas familias comerciantes perdieron todo su patrimonio, pero para los del tepe fue sólo un triste momento y como gente trabajadora, honrada y echada pa’ lante se supieron imponer dejando atrás el trágico momento.