Clavado dentro del primer cuadro de la ciudad se encuentra el Mercado Hidalgo, siendo talvez el más anejo dentro de la capital queretana, según relatos del historiador Edgardo Moreno, se encontró el primer baratillo en la Plazuela San Fernando, mismo que se encontraba en la hoy conocida calle de Ezequiel Montes y avenida del 57, se cree esos fueron los inicios del Mercado Hidalgo, hoy ubicado en Ezequiel Montes con salidas a Hidalgo y Morelos.

En la actualidad mantiene 100 locales con comerciantes fijos y 20 semifijos, donde su principal actividad son los alimentos ya preparados, donde se pueden encontrarse con las deliciosas hamburguesas vegetarianas de doña Lorena Cabrera Celis, quien cuenta con 30 años dentro del mercado, es un agasajo, hasta para quienes no son veganos.

“Yo comencé porque mi hermano José Luis era miembro de la Gran Fraternidad Universal y en sus clases de yoga, la mayoría de las personas eran vegetarianas, entonces él aprendió hacer una gran variedad de platillos, incluyendo las hamburguesas, yo aprendí y comencé hacer mi propia carne vegetal, porque yo veía que la hacían en la calle de Vergara y en la cafetería “La Calabaza”, así comencé, aquí todo lo hacemos para las personas veganas, hasta los tamales”, explicó.

En el lugar también se encuentra Carmelita, quien ya tiene 62 años sirviendo a la sociedad queretana que busca Novedades Carmelita, dentro del mercado Hidalgo, en el local 22, “Siempre me ha gustado traer ropa, tengo clientes desde hace muchos años y siempre les ofrezco artículos de calidad y a buen precio”.

En este mercado, a diferencia de todos los que hay en la capital queretana, no hay tianguis, “nunca se han hecho, el lugar es chico y además luego los vendedores que solo vienen a poner sus puestos una vez a la semana dejan muy sucio y pues eso a los locatarios no les gusta”, mencionó Ángela Caballero.

Una de las grandes características y que enorgullece a los comerciantes es que se mantiene siempre limpio, tanto los administrativos como los comerciantes procuran que el lugar permanezca impecable, por lo que cuidan siempre y apoyan en las jornadas de limpieza.

“A mí me gusta comprar mi mandado diario aquí, sus precios son económicos y encuentro lo que necesito”, mencionó Elisa Gutiérrez, vecina de la calle Melchor Ocampo, quien indica qué desde que llegó a vivir a esta parte de la ciudad es cliente frecuente.

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