Ma. Adela Vargas Pacheco de 68 años de edad, queretana desde la cuna, es una mujer que lucha día a día por superarse a sí misma. Es madre de tres mujeres y abuela con un total de seis nietos.
Desde sus once años, su abuela le inculcó el camino hacia la Basílica de Guadalupe como peregrinas, sin duda ha sido una trayectoria larga pero muy emotiva al recordarla cada que llega julio con los cientos de kilómetros que recorren, lleva alrededor de 49 años caminando desde Querétaro hasta la Basílica y trece años comenzando su viaje desde la sierra queretana.
Adela considera a la peregrinación un retiro espiritual que le permite agradecer a la Virgen por todo lo que ha obtenido y obtendrá con el paso de los años. El regreso de dicho retiro, es un bombardeo de emociones ya que no hay palabras para explicar los sentimientos vividos; fueron aproximadamente cinco maletas las que transportó desde la Sierra Queretana hasta la Ciudad de México, en donde más que ropa estaba llena de fe.
Una vez llegando al estado de Querétaro, muestra a su familia las ampollas del caminar, comparte su hermandad vivida al apoyar a una peregrina que se encontraba en una situación delicada de salud y el como juntas sobrellevaron un día entero.
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Sin duda alguna, el camino que ha recorrido esta mujer peregrina con aproximadamente diez kilos de peso en su espalda durante quince días, no ha sido fácil; sin embargo, ha tenido las ganas y la fortaleza suficiente para hacer actividades que le apasionan, la hacen feliz y, sobre todo, la llenan de amor.