“El principal enemigo de la apicultura es el crecimiento urbano en comunidades y colonias hacia las zonas de cultivos, así como el uso de insecticidas y los depredadores como las hormigas”, mencionó José Nicolás Ramírez Rangel, apicultor del municipio de Huimilpan desde hace 33 años y dueño de “Miel los Cuates”.
Desde pequeño, el Señor “Nico”, como mejor lo conocen en “El Garruñal”, localidad en la que vive, obtuvo el gusto por la apicultura convirtiéndose de un pasatiempo a su pasión. Comparte que, cuando era niño le gustaba ir a sacar colmenas rústicas que estaban en el cerro o cuevas para sacar la miel; tal y como lo refiere:
Asimismo, el Señor Nicolás señaló que a la edad de 22 años tomó un curso de apicultura, motivado y apoyado por el maestro Isidro Rodríguez Barrera, quien observó en él, potencial y pasión, por las abejas:
“Como no tenía los medios suficientes para comprar un cajón, ni sabía como trabajarlas, tome un curso gracias al profesor [Isidro], quien me indujo en la apicultura. Él me dijo: si tú te animas a trabajar aquí conmigo, yo te pago tu curso para que aprendas, te veo muchas ganas. [Entonces], empecé con un cajoncito, trabajando ya como debe de ser. Ahorita ya tengo 60 cajones. Estoy registrado en la Unión Ganadera de Apicultores del Estado”.
En sus inicios, el profesor Isidro era quien le prestaba los extractores de miel. Actualmente, ya cuenta con un espacio propio con extractores. Dado el apoyo recibido, el Señor “Nico” busca impulsar a las personas que tienen el gusto por la apicultura.
El interés de trabajar las abejas viene de sus bisabuelos, quienes contaban con cajones rústicos y tenían mucha producción debido a las fecundas lluvias de lugar. Sin embargo, “Don Nico” comenta que no tenían las herramientas necesarias para trabajar y destruían el panal. En la apicultura moderna eso ya no sucede, ya que al extraer la miel se deja el panal intacto y las colmenas pueden volver a producir sin tener que volver a construir dicho panal.
La lluvia juega un papel preponderante en la producción de miel, ya que permite la floración en las plantas y, por ende, la producción de miel. “En el estado tenemos como tres [o] cuatro años, que no hemos cosechado [miel] a causa de la falta de lluvias. Los tiempos están muy deteriorados, no alcanzamos a sacar las cosechas que deberían de ser y, poco a poco, se van diezmando los ánimos, tanto para los agricultores que ya no quiere sembrar como para nosotros”.
La floración fuerte de esta región es la de mezquite y palo dulce, pero, también está la aceitilla y trompetilla. “Llevamos una bitácora de la época de floración para saber en qué tiempo podemos cosechar y, cuál es para el sostenimiento de las abejas. Las abejas aprovechan toda la miel que tenemos, como apicultores debemos tener una lista de la floración que hay en nuestra zona”.
El nombre “Miel los cuates”, decide ponérselo por el lugar en el que tiene su apiario, ya que se encuentra a la falda de uno de los cerros. Para extraer la miel es necesario colocarse el equipo de protección. Preparar el ahumador para que se relajen las abejas y; una cuña para abrir los cajones y sacar los panales, Posteriormente, extraer la miel y regresarlas a su cajón.
Por otro lado, hizo énfasis en comprar mieles que estén cristalizadas, ya que esto garantiza que la miel no está adulterada. “Si se [requiere] volver liquida [la miel] puede ponerla al sol directamente por el parabrisas del carro y no pierde propiedades o a baño maría, pero si la pone directamente al fuego o horno de microondas, pierde propiedades”.
“Lo que más admiro de las abejas es que son muy organizadas, muy trabajadoras. Si nosotros ponemos algún panal estampado, en una noche lo tienen ya completo trabajado, hay veces que trabajan de día y trabajan de noche. Es una muestra que ponen a la humanidad de que con el trabajo se logran muchas cosas; son los animalitos que tienen la mejor organización. Hay muchas formas en las que trabajan…que nos dan muchas ideas. Las abejas son animales inofensivos. Hay que respetarlas. No hay que molestarlas y no te harán nada. No son animales agresivos sino defensivos”. Así lo expresó mientras se encontraba rodeado de ellas.
“Don Nico” expresa que tiene un don para trabajar las abejas. Asimismo, compartió una de sus anécdotas… un día le llamarón para mover unas abejas que habían atacado a sus dueños y, al ir las manejó sin protección cubriéndole éstas en su totalidad el cuerpo, sin ser atacado, pues no lo vieron como una amenaza y lo tomaron como parte de ellas, permitiendo trasladarlas sin sentirse amenazadas. Refiere que el secreto está en la tranquilidad que uno les comunica”.
“Hago una invitación para los agricultores a que aseguren su cosecha a través de la polinización y dejen de utilizar químicos, eso nos está enfermando. Así como a los taladores de árboles que no llevan un control, pues se va terminando, poco a poco, la floración y de lo que se trata es de apoyarnos mutuamente”.