La labor de un consejero en adicciones, o mejor conocido como padrino, es parte fundamental en la rehabilitación de los adictos, pero ¿Quiénes son esas personas?, o ¿por qué se les nombra así?.
El consejero es una persona anexada que recibió su tratamiento con éxito y por convicción decide apoyar a adictos durante su proceso de sanación, estas personas ofrecen su experiencia de forma altruista.
Un claro ejemplo de ello es Enrique V, quien se ha convertido en modelo a seguir por parte de los anexados que se encuentran en la Raíz del Corazón, centro ubicado en una comunidad del municipio de San Juan del Río.
Comenta que llegar a un anexo es muy difícil; sin embargo, con el paso del tiempo y de escuchar las experiencias de las personas que ahí se encuentran, se aprende a valorar la vida y los motivos por los que se tiene que luchar en contra de las adicciones.
“En el tiempo que llevo aquí (anexo) he valorado mi vida, y ahora he tomado el rol de ser un consejero, porque quiero transformar las vidas de los compañeros que por ciertas circunstancias llegan aquí”.
Expone que su labor principal es valorar a cada persona con problemas de adicciones, desintoxicarlos físicamente y posteriormente ayudarlos a sanar todas sus problemáticas sociales mediante actividades de inclusión.
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