Alberto Espinoza, su hermana María del Pilar y la madre de ambos María Guadalupe Martínez Pérez han creado un negocio dedicado a la herbolaria en San Juan del Río desde hace 25 años.
Inicio como una frutería, pues Alberto comenzó a los 15 años con el negocio de las plantas. Después durante un tiempo se fue de San Juan, y el negocio se quedó a cargo de sus papás, quienes lo transformaron en un negocio de plantas secas y frescas.
La gente actualmente busca alternativas más saludables y la herbolaria es la respuesta más atinada. Principalmente con la enfermedad del COVID: “durante los primeros meses de pandemia se vio un incremento en ventas, esto creemos que es por el frenesí que había de la búsqueda de medicamentos y a falta de estos acudía a la medicina alternativa y a los remedios caseros” explica Alberto al hablar de las ventas durante la pandemia. “Actualmente las ventas se mantienen igual”.
Hay compuestos naturales que han incrementado sus ventas por el tema del COVID, entre ellos la miel pura de abeja que complementa cualquier receta: “los compuestos de resfriado que en si tienen entre sus ingredientes son eucalipto, gordolobo, bugambilia, pulmonaria. La gente tiene la opción de reforzar sus compuestos agregando ingredientes tales como jengibre, el ciprés o el dólar o el ajo negro, y que así sea más efectivo”.
El probar la herbolaria como medicina alternativa es un proceso lleno de dudas e incertidumbre para la gente que está muy arraigada al uso de medicamentos: “nosotros tenemos la postura de informar y orientar a cualquiera que esté interesado y presentar recomendaciones para que los clientes tengan en sus manos el conocimiento necesario”.
La familia Espinoza Martínez es firme creyente de que la fe en una enfermedad, tiene un papel importante: “se ha demostrado que el creer que uno va a mejorar aumenta las posibilidades de en verdad ganar salud”.