La fe es un elemento fundamental en la vida interior de todas las personas, sin importar el estrato social del que se esté hablando. Entre la cultura mexicana, la fe se ve representada en su mayoría hacia los santos católicos y es justamente en esfera donde miles de gentes han encontrado en la figura de San Judas Tadeo un embalse para depositar sus peticiones, súplicas y plegarias.
En San Juan del Río, desde hace 20 años, miles de devotos se reúnen en las calles de la colonia Pedregoso para celebrar y venerar a este santo. De manera solemne, cada 28 de octubre los vecinos salen para celebrar fielmente al patrono de las causas difíciles y desesperadas, pues, de acuerdo a las creencias, es él quien intercede ante Dios para ayudar a las personas que enfrentan problemas que parecen imposibles de resolver.
Niños, adultos y personas longevas, son algunos de los sectores que se pueden observar durante ese día. No importa la edad para ser devotos de este santo, lo único que importa, afirman, es la fe que se deposita en él. Tal es el caso de Diana, una joven que desde hace cinco años acude de manera fiel a tradicional celebración en honor al santo patrono de la colonia.
Cuenta que gracias a San Judas Tadeo ha librado varios problemas a los que se ha enfrentado ella y su familia, el más reciente de ellos, una operación de riesgo a la que fue sometida su madre. Dice que a su mamá le fue detectado un tumor, diagnóstico que estableció la intervención necesaria para extirpárselo. No obstante, al tener otras comorbilidades, los doctores le daban el 90 por ciento de probabilidades de que viviera.
Fue entonces, cuando Diana reunió toda su fe y le pidió a San Judas Tadeo que su mamá saliera con bien de la operación. Al pasar del tiempo, la mujer no tuvo complicaciones, el tumor le fue extraído y aún sigue en proceso de recuperación. “Me siento muy agradecida con San Judas Tadeo, gracias a él estoy aquí. La verdad estoy muy agradecida”, murmura la señora, quien también vino para reconocer al santo.
Por el milagro, Diana decidió tatuarse la silueta de San Judas Tadeo en su antebrazo derecho. Promesa que había realizado si el santo intercedía por la salud de su mamá. Arropada en una vestimenta de blanco y verde, dice que ahora llevará la figura de su santo por el resto de su vida.
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“Le pedimos mucho que nos ayudara, y sí, salió bien, sin ningún problema, a pesar de que la tuvieron que intervenir dos veces. Yo cada año le tengo manda y esta última vez le prometí que me lo iba a tatuar y pues cada año vengo aquí. Aparte, hay muchas otras cosas que me ha cumplido (…). Hay que tener mucha fe, a veces cuando uno pide las cosas con todo corazón, pues sí se cumple”, subraya.
Otra de las fieles es Araceli, organizadora de las fiestas patronales, ella dice que desde su primer embarazo se encomendó al santo, esto con el propósito de que todo saliera sin contratiempos. Ahora, señala que pide con toda su fe para San Judas Tadeo proteja a sus hijos, tal y como lo hizo con ella cuando uno de sus embarazos fue catalogado de alto riesgo.