Una de las actividades de mayor historia en México ha sido la de aseador de calzado o mejor conocido como “bolero”, actividad que en San Juan del Río se ha dado desde hace muchos años.
Este oficio que ve con dedicación y amor Juan Solís López, dijo que ha sido el sostén de su familia desde hace 36 años, fechas que rememoro con cariño cuando aseguró que hacía muchas boleadas al día, hoy apenas si alcanza unas 10 en una buena temporada.
Ubicado en el jardín Independencia en donde aseguró que le ha tocado constatar el crecimiento y urbanización de esa zona, afirmó que sigue siendo fiel a su actividad, pues sentado en un adaptado banquito junto a sus cremas lustradoras cubriéndose de las inclemencias del tiempo, aseguró que cada vez hay menos trabajo.
Él forma parte de la plantilla de siete boleros ubicados en la plaza Independencia, desde las nueve de la mañana hasta las ocho de la noche, diario tiene nuevas experiencias, muchas de ellas robos y asaltos en establecimientos cercanos a su lugar de trabajo, pero algo que dijo, “tranquilo para el lugar”, no obstante, compartió el día en que se cayó uno de los árboles del lugar en el 2018, “ese día no vine a trabajar temprano y dos compañeros fueron lesionados, uno más de gravedad, pero yo me salve”.
Cuando inició en la actividad, compartió que unas 30 boleadas al día realizaban, pero con el paso del tiempo, disminuyó a unas 20, después a solo 15 y de la pandemia por Covid-19 a la fecha, diario unas tres, “a veces solo para llevar un poco de comida a la casa”.
Aunque consideró que este trabajo es de suerte, aseguró que diario llega al jardín Independencia a ofrecer sus servicios, con la esperanza de tener mucho trabajo y llevar alimento a su hogar, aunque cada vez es más difícil porque hay menos gente interesada en tener el servicio de aseo a su calzado.
Solís López pidió el apoyo del gobierno municipal para dignificar las sillas donde ofrecen sus servicios, pues recordó que desde hace varios años no reciben ayuda, la clientela se sienta en una silla con una lona que medianamente cubre bien, por eso, la petición de asistencia.
“Esperemos que en diciembre haya más trabajo, se ve que va a estar mucho trabajo, habrá poco pero ya como en años anteriores ya no habrá más, tengo 36 años aquí boleando, empecé en otro árbol, pero ya tengo casi cuatro décadas, alcance a ver cuándo el jardín estaba al ras de la carretera, ya luego le fueron subiendo el nivel, la vialidad no estaba así, estaba como empedrada”.
Finalmente compartió que la boleada cuesta 30 pesos, pero no descartó que haya un incremento porque los insumos para realizar su trabajo han estado aumentando su costo afectando a los boleros.