Israel Carrillo Ángeles, docente investigador de la Facultad de Ciencias Naturales de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ), consideró que, a la fecha se tiene como objetivo generar conciencia sobre los problemas ambientales asociados al desarrollo de las poblaciones humanas y el impacto que estas generan en el planeta.
Refirió que algunos de los problemas más importantes en materia ambiental, a nivel mundial, son: el calentamiento global (sequías prolongadas que afectan la funcionalidad de los ecosistemas y disminuyen la disponibilidad de recursos); la generación de basura plástica que impacta gravemente a la salud de los ecosistemas terrestres y acuáticos, tanto de agua dulce como marinos; así como el uso irracional de las fuentes de agua potable.
Agregó que la falta de educación ambiental es generalizada en cualquier sector de la población, aunque se pensaría que en las comunidades marginadas es más notoria esta carencia, al contar con un menor acceso a la información sobre esta problemática.
En el caso de México, explicó, se han firmado convenios a nivel internacional enfocados a hacer conciencia en cuanto a la situación ambiental y con ello, encontrar soluciones, sin embargo, el problema radica al momento de implementarlas.
“En 2006 se publicó la Estrategia de Educación Ambiental para la Sustentabilidad en México, a través de la cual, se plantearon acciones , pero fue hasta el 2021 que se firmó un convenio para impulsar el desarrollo de educación ambiental en los niveles de educativos, por lo cual, la manera en que vamos implementando dichas políticas es bastante lenta cuando los problemas se van incrementando de manera acelerada, es decir, vamos respondiendo lentamente como sociedad”, consideró.
Enfatizó que dichos métodos o procesos relacionados al medio ambiente, deben darse a conocer a la ciudadanía con un lenguaje traducido y entendido de manera que la formación ambiental sea posible.
A pesar de ello, el académico estimó que las acciones en materia de reciclaje o aquellos ejercicios que lleva a cabo la población para evitar un mayor daño al medio ambiente, son importantes, ya que en un futuro podrían tener un verdadero impacto positivo.
“Hay que entender que los procesos que tiene que ver con la educación ambiental en la población son lentos y, el hecho de que en estos momentos no sean tan efectivos, no quiere decir que en unos años no lo sean, si hacemos el ejercicio de practicar esa actividad, cuando esa cadena progrese y evolucione hacia realizar algo funcional, entonces ya habremos resuelto la primera parte de la tarea, que es acostumbrarnos”, mencionó.