Ante un turbio panorama en el cual se encontraba la familia de Graciela Ruperto Bernabé, artesana de Barrio lll en Santiago Mexquititlán, toda vez que por la pandemia de Covid-19 no tenían un espacio para comercializar sus creaciones textiles, y luego de que su esposo Miguel Ángel Nicolás Domínguez se quedará sin empleo, decidieron incursionar dentro de las redes sociales para promover su trabajo y actualmente hacen envíos a todas partes de la república.
La señora relató que fue en septiembre del año pasado cuando atravesaron por la etapa más compleja puesto que no tenían recursos, y dijo que al ver a una de sus hijas pasar mucho tiempo en las redes sociales, le externó su deseo por hacer una página para dar a conocer su trabajo.
Fue así como con la orientación de su hija y su marido, durante una semana perfeccionó un discurso para presentar sus muñecas Leles y Dontxu, tortilleros, tiaras, caminos de mesa, llaveros y toda la gama de artesanías que realiza, y así subió su primer video a la plataforma de YouTube.
Posteriormente dio paso a Facebook y TikTok en donde se encuentra como Gracielamaz, así fue como haciendo transmisiones en vivo cada miércoles a las 21:00 horas, en donde la dinámica es presentar los productos, asignar una palabra y dar el precio, quien escriba primero la palabra clave se hace acreedor a la artesanía.
“Primero acordábamos puntos de encuentro para entregar pero como la gente nos compartió en grupos de ventas no empezaron a ver más, algunos de Estados Unidos o de otros estados. Me daba pena hacer los en vivo porque hay cosas que no sabía, mi marido y mi hija me ayudaron y ahora así vendemos a todas partes con envíos de paquetería”.
Añadió que hacer los en vivo en sus plataformas, les ha permitido que la gente conozca cómo se pronuncian algunas palabras en hñöhñö, difundir su cultura y saber lo que la gente piensa de sus creaciones que con tanto esmero realizan.
Con esta modalidad la gente de la Unión Americana comenzó a pedir las artesanías, hasta que Graciela y Miguel optaron por emplear a cinco mujeres para que ellas les ayuden con los bordados al no darse abasto, y adelantaron que el siguiente paso es llegar con sus creaciones a España, Argentina y Ecuador.
Finalmente, los artesanos pidieron a la sociedad que no regateen sus productos, ya que su trabajo es meticuloso, le dedican horas de amor y esfuerzo, y que valoren lo que han aprendido a lo largo de los años.