Tras la declaratoria de emergencia sanitaria por Covid-19, el Instituto Municipal de la Familia tuvo que suspender el trabajo que llevaba a cabo en escuelas, donde se habían intervenido a cerca de dos mil 800 alumnos y padres de familia a través de un estudio sobre uso y abuso de substancias, salud mental, desintegración familiar y proclividad a la violencia, el cual arrojó que el 20 por ciento de los jóvenes necesitaban atención especializada.
Juan Pablo Higuera Gómez, director del Instituto Municipal de la Familia, recordó que después del estudio se debía llevar a cabo un trabajo especializado para dar seguimiento durante seis meses, esta labor se vio interrumpida por la emergencia sanitaria.
“Es todo un seguimiento de seis meses, este proyecto lo estábamos haciendo de manera presencial, con una prueba para evaluar los indicadores de riesgo sobre uso y abuso de substancias, salud mental, desintegración familiar, proclives a la violencia, de esos jóvenes, teníamos que el 20 por ciento salía con problemas fuertes, que ya necesitaban una intervención más especializada”.
Indicó que el objetivo era ofrecer herramientas a padres e hijos para combatir cada problemática, así como brindar terapia en los casos específicos que se requiere la atención psicológica personalizada.
Dijo que también formaba parte de este proyecto incentivar a las familias para que hicieran laboral social, a través del mantenimiento a espacios públicos y la elaboración de un mural que exponga las costumbres de cada localidad, espera que estas actividades se retomen una vez que termine la emergencia sanitaria.