El restaurantero, Antonio Rosas Carapia, explicó que cadacuatro o cinco años, los establecimientos y empresas que seencuentran en la salida a Tequisquiapan, en las inmediaciones de laUnidad Deportiva Norte, padecen estragos por lluvia; relató que lamadrugada del sábado fue la tercera ocasión y la de mayorgravedad, pues hubo daños materiales considerables; pide prontaatención de la Secretaría de Servicios Públicos Municipales paracanalizar la gran cantidad de desechos.
“De comida o venta de alimentos, estamos hablando que soncerca de seis o siete negocios, todos dañados, desde que venden lavinatería, u otros negocios pequeños familiares, como tiendas, ytambién la industria estuvo dañada, pero como es metalmecánica,tal vez tengan una fácil manera de rescatar”.
Adicional a estos establecimientos, dijo, está un hotel que seinundó casi en su totalidad el primer piso, por lo que BomberosVoluntarios de San Juan del Río acudieron a sacar a loshuéspedes; en este sitio también se hicieron trabajos de bombeopara evacuar el agua, que ocasionó daños a los vehículosestacionados.
“Todavía no tenemos un recuento exacto de cuánto llega a serel daño económico, nada más en esta zona, pero sí tenemos unaafectación importante (…) Mi establecimiento está técnicamenteen la parte más alta, el agua alcanzó los 45 o 50centímetros”.
El también presidente de la Asociación de Restauranteros,precisó que el vaivén del agua en la carretera a Tequisquiapanfue tan fuerte que venció los canceles de la ventana de surestaurante, el líquido se introdujo, afectó mobiliario yalimentos que tendrá que desechar.
“La crisis habrá sido cerca de las dos y media o tres de lamañana, a la una de la mañana empezó a correr el agua másfuerte, pero se mantenía en movimiento, luego empezó a subir elnivel y es cuando empieza el daño a los vidrios y la inundacióndel espacio”.
Debido a experiencias anteriores, la mayoría de loscomerciantes y empresarios mantuvieron el control para evitarpérdidas irreparables, por lo que al parecer no tuvieron que hacerllamados de auxilio al número de emergencias 911 en esta zona.
“Parece que todo mundo lo pudo controlar, por la experienciaque ya tienen, la mecánica que ya tienen para sacar el agua; porlas anteriores inundaciones, pareciera que hemos ido aprendiendo avivir en esa mecánica”.
Rosas Carapia expresó que es necesario que las autoridadesechen mano de especialistas capaces de elaborar una propuesta desolución de carácter inmediato y efectivo, pues por años serepite la historia una y otra vez.
“Es entendible justificar que es la fuerza de la naturaleza,pero también creo que tenemos la técnica y la sapiencia paratratar de minimizar los daños por esa fuerza de lanaturaleza”.
En el caso de esta zona, explicó que sólo tuvieronacercamiento de personal de Salubridad, sin embargo, urge que elárea de Servicios Públicos Municipales pase con una unidad paraque se lleve todos los desechos.
“Servicios Municipales no se ha acercado, Protección Civiltampoco se ha acercado a ver si tenemos alguna necesidad, tenemosmucha tierra qué sacar o mucho lodo, y no ha venido nadie a ayudara remover, ayer traté de comunicarme a Servicios Municipales, perono he tenido la fortuna de que me contesten, seguramente lanecesidad es más apremiante en otras zonas”.