Tepeji del Río, Hgo.- Mientras baila con sus compañeras de grupo y sin dejar de mostrar su sonrisa en el rostro, María Antonia Vázquez Rubio afirma que es el gozo y el amor por la Virgen Morena la que la ha llevado a caminar durante 17 años sin descanso, en el afán de agradecer todos los favores que la Guadalupana ha hecho en su vida.
Recuerda que inició su peregrinar en el 2001 por una manda luego de que su hijo fuera desahuciado y pese a que falleció ella continuó asistiendo cada año con la alegría que la ha caracterizado y el amor a la Virgen de Guadalupe.
“Yo empecé a caminar por una manda de mi hijo, me lo desahuciaron y ahorita está con Dios, pero aún así yo sigo viniendo por la paz y la tranquilidad que me da la Virgencita de Guadalupe, porque yo la quiero mucho, la amo y siento un gozo en mí”, reconoció Vázquez Rubio.
Con un amor y una alegría que transmite a sus compañeras del grupo de Liturgia que la consideran una persona maravillosa, María Antonieta destaca que todos los milagros que le ha hecho la Morenita del Tepeyac han sido tantos que desea transmitirlo a todas las personas que se quedaron en Querétaro y no han experimentado el amor de Dios en la peregrinación.
“La Virgen me ha dado todo, salud que es lo más grande y la fe que tengo por ella, es por eso que les digo a las jovencitas a que vengan porque es una cosa hermosa estar aquí, es algo maravilloso que deben experimentar”, añade.
Mientras baila durante el descanso que fue amenizado por el padre Gustavo Licón, sus compañeras se dicen orgullosas de tenerla y confirman que es gracias a ellas que comenzaron a caminar, “es una maravillosa persona ella me motivó y es un ser humano hermoso”, finalizó una de las peregrinas que la acompañan.