Los centros penitenciarios del estado de Querétaro tendrán más medidas de seguridad tanto para el personal que labora como para los reclusos, así lo dio a conocer Juan Martín Granados Torres, secretario de gobierno en la entidad, a propósito de la puesta a disposición ante la Procuraduría General de la República (PGR) de una enfermera que laboraba en el Cereso de San Juan del Río, a la cual se le encontraron tres dispositivos móviles y una porción de sustancia ilegal.
Expuso que el gobernador, Francisco Domínguez Servién, ha instruido que se haga un modelo de operación conforme a la nueva Ley nacional para estos centros, de la cual ya se presentó una primera etapa de acuerdo a la Ley Nacional de Ejecución de Sanciones.
El funcionario dijo que a más tardar en noviembre presentarán la segunda etapa del modelo, con el que se pretende tener seguridad absoluta para el personal que opera y la gente que esta privada de su libertad.
“El modelo implica, entre otras cosas, que haya una absoluta seguridad para el personal que opera los centros penitenciarios, pero también para las personas que están privadas de la libertad, y sobre eso se trabaja, se va a hacer lo que se tenga que hacer, a la brevedad”.
Granados Torres, añadió que esta medida beneficiará a todos los Centros de Reinserción Social de la entidad, y no sólo el de San Juan del Río, en donde se presentaron recientemente los hechos con la enfermera.
Finalmente informó que todos los días los Ceresos contemplan procesos de revisión, vigilancia y cuidado para los que los estructuran; sin embargo, el estado tomará las medidas para que permanezca el orden y la tranquilidad.