A partir de esta semana, comenzó el corte de la flor de cempasúchil en dos localidades de San Juan del Río, en Barrio del Espíritu Santo y Nuevo San Isidro, sitios en donde tradicionalmente se siembra esta variedad cuya demanda se tiene a partir del 20 de octubre ante la cercanía del Día de Muertos.
Héctor Manuel Álvarez Lizardi y Emanuel Paredes Raymundo, ambos floricultores del municipio sanjuanense, se han caracterizado en la región por la dedicada labor que realizan en la superficie que anualmente destinan desde el 20 de julio para producir la flor de muertos, este año aunque con riesgos por posibles pérdidas ante los fenómenos meteorológicos, lograron registrar alrededor de 160 surcos de cempasúchil.
Icono de México, la flor de cempasúchil poco a poco ha ido disminuyendo su producción en la localidad sanjuanense, sin embargo, por tratarse de una de las flores representativas en las ofrendas de muertos, pocos son los floricultores dedicados a la producción del cempasúchil, labor que delicadamente atienden para obtener un tallo de un metro de altura y botones que puedan alcanzar los cinco centímetros de diámetro.
Los costos de la flor de muerto son variables, puede ser por surco o bien ramilletes, todos accesibles a la economía familiar, ya que este 1 y 2 de noviembre los vivos honran a quienes ya no están físicamente, por ello, la intención de continuar con la tradición de la producción de la flor ya que además de ser portadores de colores vividos aportan con un aroma característicos de las festividades de Todos Santos.
Ambos productores de flor de cempasúchil coincidieron en que en estas fechas tradicionalmente es utilizada para las ofrendas dedicadas en honor a los fieles difuntos, por ello, este año nuevamente el campo benévolo y fértil permitió que los campos de hayan teñido de amarillo para celebrar el Día de Muertos.